CUANDO SE GOBIERNA A CIEGAS
Miraba desde mi casa como se realizaba en la vecindad el juego de la piñata, que consiste en darle un garrote a un participante con los ojos vendados para que, a tientas, intente romper una vasija de barro.
De aquella algarabía, no pude evitar hacer un símil, con algunos de los líderes latinoamericanos, que parecen dar palos de ciego en sus acciones de gobierno, que actuar sin rumbo, sin saber lo que hacen y por supuesto nunca hallarán la solución de los problemas que aquejan a sus pueblos.
O porque no ven lo que hacen por falta de capacidad; o no lo puede ver, porque se lo impide su modelo ideológico o no lo quieren ver, porque es más fácil desentenderse de los asuntos incómodos y que podrían tener costo político.

