Podríamos llenar muchísimas hojas de papel con historias de contenidos y tareas escolares inútiles, que hicieron de nuestra vida de estudiante un anecdotario frente al cual no sabríamos si reír o maldecir.
Los contenidos y tareas escolares inútiles
Revisaba un trabajo numérico de una de mis alumnas, una muchacha veinteañera que tenía dificultades en el manejo del Excel, lo cual ponía en riesgo su continuidad en la carrera universitaria, le pregunte si había aprendido a manejar este programa, me dijo que no, porque en su colegio le habían enseñado el Photoshop…
No discuto el valor de aprender de cualquier cosa, pero creo que la escuela, el colegio y la universidad, deben ser instituciones articuladas y activas de un sistema educativo que busquen el desarrollo de seres humanos en su máximo potencial, que respeten sus particularidades, por lo tanto deben enfocar esfuerzos en proponer aprendizajes válidos, significativos, que generen el resultado que los jóvenes, sus familias, la comunidad y el país espera.
Sin embargo la educación formal parece en sistema caótico, sin brújula, ni patrón de juego, ni modelo de pensamiento. He aquí unas cuantas perlas cultivadas: