El Estado, la democracia y las protestas

“En democracia cualquier ciudadano puede ser presidente y al mismo tiempo asusta que cualquiera pueda serlo”. La República de Platón (Siglo IV antes de Cristo)

El Estado, la democracia y las protestas.

  

En el libro La República, el filósofo griego Platón plantea como la ciudad ideal al lugar donde todos los ciudadanos son hermanos y que cuando la divinidad los moldeó, puso oro en los sabios y filósofos y por eso los convirtió en los elegidos para gobernar, en los guerreros puso plata y bronce en los campesinos y artesanos y si alguien desafiaba el orden establecido era condenado a muerte.

Para conseguir que los intereses de la ciudad se alcancen los gobernantes estaban autorizados  a mentir, “sólo ellos podían engañar a sus enemigos o a los ciudadanos si era en beneficio del Estado”, entonces se inventaban" mentiras piadosas o nobles" que con el tiempo  se convertían en mitos y luego en verdades.

Todas las actividades de la ciudad ideal debían ser controladas desde el modelo político, por lo tanto educar a los jóvenes en este modelo era esencial, pues de ello dependía el presente y futuro. Por lo tanto se debía vigilar que las ideas, el arte y  toda la producción intelectual sean ¡políticamente correctas!, entonces los habitantes tenían que ser obedientes de su cultura, su religión y de las políticas del gobierno, para estar en armonía con el" deber ser", planteado por Platón.

El Ecuador, no es ajeno a la ciudad ideal del filósofo griego de hace veinticuatro  siglos. Por una parte el gobierno  plantea un marco jurídico para construir el país del “Buen Vivir” y por otra los grupos que no sienten que sus requerimientos o expectativas sean atendidos se manifiestan a través de las protestas populares. Y para justificar sus posiciones se han utiliza frases que intentan posicionar en las conciencias de las personas, como aquellas que sostiene el Presidente de la República de que “el pasado no volverá” o los “intentos desestabilizadores” o cuando dice “la vida ya no es mía, es de mi pueblo y de mi patria y estaré donde me exija el momento histórico”, y con ellas pretende justificar su permanencia en el poder.

O las dichas por la oposición, de que el presidente pretende “atentar contra la libertad de expresión”, “violar los derechos humanos” o "meter mano en la justicia” y así justificar las protestas y paros con todos las consecuencias que traen este tipo de manifestaciones.

Creo que la decisión  de la  Asamblea Nacional Constituyente de Montecristi del año 2007 fue acertada cuando planteó un solo período de reelección para la presidencia de la república y creyó en la condición natural de la democracia, donde “cualquier ciudadano puede ser presidente y al mismo tiempo asusta que cualquiera pueda serlo”

 

Jorge Mora Varela.