En el Ecuador en el año 2017, concluye el mandato del presidencial del Econ. Rafael Correa y uno de los logros de su gestión ejecutiva es la modernización de las carreteras del país, pero en el tramo Tulcán - Quito, el 44% de la tarea está incompleta.
DEBERES INCOMPLETOS.
Es indudable que en el gobierno de la Revolución Ciudadana, se ha hecho una evidente mejoría en el sistema vial del Ecuador con más de 8.600 kilómetros de carreteras, dotando a la mayoría de las vías de altos estándares de calidad y seguridad.
Sin embargo en el tramo entre las ciudades de Tulcán y Quito quedan trayectos sin que se haya podido realizar la ampliación a por lo menos cuatro carriles en todo su recorrido, lo que dificulta, demora y pone en peligro la seguridad de las personas que hacen uso frecuente del sistema vial en cuestión, por las limitaciones de las calzadas y agravado por la imprudencia, intolerancia e irrespeto de algunos de los usuarios, por estas razones utilizar esta vía genera una sensación agridulce, por hacerlo entre la moderno y seguro y entre lo viejo y peligroso en el mismo recorrido.
Tal es el caso del tramo de 62 kilómetros entre las ciudades de Tulcán a Bolívar en la provincia del Carchi o los tramos entre la división provincial entre las provincias de Imbabura y Pichincha y la población de Guayllabamba de 48 kilómetros, que disponen de vías de dos carriles, construidas en la segunda mitad del siglo XX, para responder a las necesidades de esa época, que no se han modificado en su estructura principal y que sumados significa el 44% del total del trayecto que comunica a la frontera con Colombia y la capital del Ecuador, que no han sido renovadas y permanecen en estado de postergación, en el olvido.
