La historiadora colombiana Diana Uribe sostiene que hacer la guerra es más fácil, porque solo se tiene que matar al otro; en cambio hacer la paz es más difícil, porque entre las partes en conflicto tienen que escucharse, tratar de entenderse, ponerse de acuerdo y sobre todo perdonarse e intentar vivir en armonía en un mismo lugar.
LA PAZ EN COLOMBIA, UN RETO PARA ELLOS Y PARA LOS ECUATORIANOS
Tras cuatro años de negociaciones en la Habana Cuba, se firmará en Cartagena el acuerdo de paz entre el gobierno colombiano y las FARC, que según el ejecutivo busca la terminación del conflicto armado con el grupo insurgente y según estos buscan la paz con justicia social por medio del diálogo, sería el lunes 26 de septiembre, para dar paso al plebiscito del 2 de octubre de 2016, en el que el pueblo colombiano decidirá en las urnas si aprueba el acuerdo de paz.
El 27 de mayo de 1964 “Tirofijo y un grupo de campesinos se enfrentaba a un grupo del ejército colombiano, durante el gobierno del conservador Guillermo León Valencia en Marquetalia, considerada por él como una “república independiente” de influencia comunista.
La idea de los insurgentes era la de tomar el poder de Colombia como lo había hecho Fidel Castro en Cuba, al mando de un grupo rebelde en 1959. Pero la realidad histórica habla de un conflicto que diluyó en el tiempo sin que se puedan lograr los objetivos de la guerrilla, ni se la pueda eliminar por parte de las fuerzas militares de Colombia, que dejaron como saldo de 52 años de guerra, decenas de miles de muertos y millones de desplazados por la violencia, con graves consecuencias humanas, económicas y políticas, producto de los asesinatos, secuestros, pago de extorsiones, crecimiento del narcotráfico con todas sus secuelas.