Al final, una mención a la conducta del presidente ecuatoriano Guillermo Lasso para atender con prestancia a los requerimientos de sus amigos del norte en contraposición a su conducta dura e inflexible hacia adentro.
A LOS AFGANOS DÉJENLOS EN PAZ
Con tal libertad para que puedan auto gobernarse, ellos y sus vecinos, como puedan, a su manera, en sus términos, aunque no nos guste.
Esto es complejo y con frecuencia NO negociable con aquellos que se creen dueños de la verdad, la civilización, el modelo de gobierno, la cultura.
Es que los derechos humanos…, es que la situación de las mujeres…, es que los niños…, es que los atentados terroristas…, es que…..
A los afganos déjenlos en paz.
Parecería ser que las posiciones políticas, religiosas extremas se exacerban cuando se tiene un enemigo poderoso al frente, uno que quiere imponer.






