DEBIÓ HABER NACIDO 70 AÑOS DESPUÉS

Jorge Mora Varela presenta una página del realismo mágico carchense.

DEBIÓ HABER NACIDO 70 AÑOS DESPUÉS

Visto desde lejos, podría parecer extraño o una manera sutil de lo tétrico, pero es que en este pueblo era una actividad natural y frecuente.

Una tarde paseábamos con mi viejo amigo por las callejuelas y senderos del cementerio Azaél Franco de la Ciudad de Tulcán y mientras caminábamos con parsimonia resultaba curioso leer el año de nacimiento y de la muerte que estaban escritas en las lápidas.

Algunas databan del inicio y terminaban en los albores de del siglo XX, los nombres y apellidos de hombres y mujeres daban una idea de quienes habían construido su vida en esta fría empalizada al norte de la ecuatorianidad que testimoniaba un lazo estrecho con la colombianidad.

Depresion

Un nicho alto sin apenas el cuidado de nadie refería nombres y apellidos comunes y databa (1940-1957).

Mira le dije, la persona que está enterrada allí murió a los 17 años y mi amigo sin apenas alzar la voz dijo: Ese muchacho debió haber nacido 70 años después.

El cáliz más hermoso del mundo

Jorge Mora Varela, para la 1° FERIA VIRTUAL DEL LIBRO AREQUIPA 2024, narra: un relato del realismo mágico ecuatoriano EL CÁLIZ MÁS HERMOSO DEL MUNDO, en YouTube, en: 

https://youtu.be/H3s-j3WbZd

NO LA PUDO DETENER

NO LA PUDO DETENER

Una historia de amor, como las que se dan en mi pueblo.

El tenía la imagen de ella como si fuese un holograma inquietante, doloroso y lo martirizaba, en las últimas semanas había entrado en un estado de enajenación permanente, la podía ver, pero no la podía detener, se le escapaba de las manos y esa angustia lo llevaba al límite de la locura.

Esa pesadilla la tenía al acostarse, a media noche y bañado en sudor, en la mañana, en la tarde, en casa, en el colegio, en la noche, a toda hora y en cada lugar.

Es que debió detenerla o irse con ella, pero solo fue como un holograma que se escapó de sus manos.

caer

Cuando la vio por primera vez, ella llenó su espacio, era hermosa, como ninguna mujer, como nadie, como si los dioses hubiesen creado una criatura perfecta, para que abarque toda la atención de aquel joven que pintaba sus primeras pinceladas de hombre.

Si pronuncia tu nombre te lleva

Si pronuncia tu nombre te lleva

Los invito a conocer una página obscura del Realismo Mágico Carchense.

Aquella noche, como tantas veces estábamos en el parque principal de la vieja ciudad y la banda del pueblo entonaba con alegría las viejas melodías de siempre, ante el gusto de unos cuantos que aplaudían y bailaban con discreción y las conversaciones bullangueras de otros tantos.

Esa era la manera en la que esa gente sencilla, terminaba la semana de trabajo y cada cual contaba sus logros o sus frustraciones, sus venturas o sus desventuras o se comentaba las noticias que llegaban escritas en el periódico mañanero pero que apenas llegaba al pueblo cuando ya moría el día.

muerte

Como siempre soplaba el viento helado que venía desde el oriente y que se colaba por las calles transversales del poblado, por esta razón todos se protegían con sus ponchos, abrigos, chalinas, mantas y sombreros.

¿Debo ir a buscarlo?

¿Debo ir a buscarlo?

Debo Ir

¿Por qué si solo es un hombre?

Desde hace algunas semanas, el recuerdo de un viejo y querido amigo se hizo presente y lo hizo de forma obsesiva en mi mente y en mis sueños, pero no alcanzaba a entender la recurrencia de la imagen de él, era inquietante, incómodo, podría definirlo como perturbador.

Pero no podía comprender ¿Por qué?

De él, no había sabido desde hace tantos años, desde la vida en el pueblo, solo recordaba que las tardes de verano era parte de los partidos de futbol o de las bromas y de las risas alrededor de la convivencia del barrio y no recuerdo cuando fue la última vez que hable con él. Yo solo seguí por los derroteros imprevisibles en mi camino de vida y mi amigo como tantas personas salieron de mi contacto frecuente.

Así es la vida.

Sin embargo, desde hace algunos días su imagen la tengo presente, de forma recurrente, aunque difusa, inquietante, aunque nunca he sabido nada de él, ni de su historia.

Hasta esta tarde cuando en el ejercicio de la posmodernidad, abrí la las páginas digitales de los medios informativos cercanos a mi pueblo y a mi historia, entonces leí una noticia que me impactó de manera brutal, de tal manera que apenas unas horas más tarde atiné a reaccionar.