La Semana Santa en Tulcán
- Historia
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El sincretismo cultural y religioso del catolicismo y las culturas originarias produjo en el Ecuador una singular experiencia que une a las familias de los ecuatorianos.
LA SEMANA SANTA EN TULCÁN
TIEMPO DE RAMOS, FANESCA, VIACRUCIS, SERMÓN DE LAS SIETE PALABRAS, RESURECCIÓN DE JESÚS Y LA PASCUA
Por: Jorge Mora Varela
PRÓLOGO
Un aroma familiar y agradable, me daba la bienvenida al hogar de mis padres, como hace tantos años en casa se vivía la semana santa y se preparaba la fanesca….
EL DOMINGO DE RAMOS
Para mi madre la semana santa significaba una vivencia particular, llena de ritos y convicciones y parte de este ceremonial era embellecer la palma de cera.
En el corredor de la casa los niños la rodeábamos y nos preparábamos para mirar como con sus hábiles manos formaba hermosos tejidos con las hojas; las esteras, aventadores, canastas, manillas, aretes, collares, cruces, pitos y todo lo que a ella se le ocurría emergía con la maestría de una artista, al tiempo que nos enseñaba los secretos del tejido. Al final de la jornada nosotros colocábamos en la palma nuestras incipientes creaciones y la teníamos lista para el Domingo de Ramos.
En la mañana del domingo el templo se había convertido en un gran jardín lleno de palmas. Mientras con fervor escuchábamos la misa, mi expectativa crecía por recibir la bendición de los ramos, porque era el instante en que todos los mecíamos y podíamos escuchar el canto de alegría que emanaba de su movimiento. Después de la misa regresábamos con el ramo bendecido que se colocaba en un lugar especial de la casa.