El exorcismo, entre el obscurantismo y la salud mental

El exorcismo, entre el obscurantismo y la salud mental

En la Ciudad de Cuenca Ecuador en el mes de marzo de 2024, el padre Francisco Calle fue nombrado como el exorcista oficial de la Ciudad de Cuenca en el Ecuador, mediante la designación hecha por el arzobispo Marcos Pérez.

exorcista

El exorcismo es una práctica que aparece en los albores de la civilización, en la Mesopotamia de hace unos 4000 años antes de Cristo, los sacerdotes mašmāšu o ašīpu se encargaban de exorcizar los espíritus malignos que según sus creencias causaban enfermedades y ellos debía proteger de los seres maléficos por medio de los rituales de purificación. Sus primeros vestigios de hallan en unas 800 tablillas cuneiformes de mundo Sumerio.

Luego esta práctica, fue adopta el cristianismo primitivo y su uso fue extendido por dos milenios hasta decaer en el siglo XIX con el aparecimiento de los conceptos de enfermedades mentales y de la psicología que entendía de manera racional y científica, sobretodo con la tipificación de los trastornos mentales en la OMS (Organización Mundial de la Salud) en el siglo XX.

La ciencia especializada en los problemas de la mente, permite entender y estudiar los casos de esquizofrenia, demencia, estrés severo, trastornos de ansiedad, expresadas en miedos, trastorno de pánico preocupaciones excesivas en situaciones sociales, depresión, tristeza, irritabilidad, sensación de vacío, pérdida del disfrute o del interés en actividades, sentimientos de culpa o de autoestima baja, falta de esperanza en el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio, cambios en el apetito o en el peso, trastornos bipolares, de estrés postraumático, recuerdos intrusivos, escenas retrospectivas o pesadillas; esquizofrenia (ideas delirantes, alucinaciones, pensamientos y comportamientos desorganizados), trastornos del comportamiento alimentario (anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa), trastornos de comportamiento disruptivo y disocial (comportamientos desafiantes y oposicionistas).

Curiosamente, en el Ecuador, en la Ciudad de Cuenca, con la anuencia de la autoridad eclesial católica aparece un exorcista, nombrado por el Obispo, una persona que se supone tiene la cualidad y la capacidad de expulsar a espíritus malignos de un sitio en concreto mediante la práctica del exorcismo, porque al parecer conoce y maneja conjuros contra el demonio.

De hecho, ha aparecido la noticia en los medios de comunicación y al menos a mí me ha llamado la atención, pero al parecer esta noticia gusta y a las personas al parecer les permite tener un escudo divino contra el maligno.

Pero yo lo rechazo, aunque una parte de la población avanza contenta, confiada a pasos firmes y agigantados hacia el obscurantismo y la santa ignorancia de las religiones arcaicas.

Yo prefiero una sociedad que atienda a sus ciudadanos con criterios científicos y no haga una regresión de 6000 años cobijados en la ignorancia, la fe ciega y tonta de las autoridades religiosas con la complicidad de una población plana, básica y limitada.

Jorge Mora Varela

 

Imagen tomada de TC televisión