LA POSTERGACIÓN DE LA MUJER HISPANOAMERICANA POR LA HERENCIA FRANQUISTA ESPAÑOLA.
Me agradan las clases en mis cursos universitarios, donde la mayoría de estudiantes son mujeres que se preparan en la parte académica, para asumir su rol en la sociedad y lo hacen con determinación, en igualdad de condiciones y sin prejuicios, como si la herencia excluyente, abusiva y misógina de la España conservadora de los siglos XIX y XX y del catolicismo medieval no las hubiese podido alcanzar.
Me alegro que el modelo legal y beatífico del pasado por fin vaya muriendo, aunque todavía quedan rastros del machismo que fue legitimado por las leyes humanas y que era indiscutible por “ser mandato por la voluntad divina” expresado en los dogmas eclesiales, que consolidaron las bases sociales y políticas de la desigualdad de derechos entre el hombre y la mujer.
Sin embargo en la sociedad ecuatoriana aún quedan rastros del mundo que dejó la herencia colonial conservadora y eclesial que normaba la vida social y familiar en la España del siglo XIX y la mayor parte del siglo XX.