Quinto Aniversario de TulcánOnline

 Este álbum se lo realizó con mucha pasión por el Carchi.

TulcánOnline, difunde al Carchi.

Fotografías: Marco Villacorte Fierro - Jorge Narváez Villagómez - Edwin Sánchez Osejo

EL CICLISMO DE RUTA Y EL SER CARCHENSE

El ciclista ecuatoriano-carchense Richard Carapaz ya probó el pódium en el WorldTour del circuito ciclístico profesional 2017.

 

“Los ciclistas ruteros carchenses son nuestro orgullo, porque llevan en su sangre la estirpe guerrera de los nacidos en la Provincia del Carchi”

 

EL CICLISMO DE RUTA Y EL SER CARCHENSE.

 

Para los ecuatorianos y de manera especial para los carchenses los éxitos deportivos de nuestros comprovincianos como es el caso del ciclista Richard Carapaz tiene un sabor agradable, que cala en lo más profundo de nuestro ser, porque es el triunfo de uno de tantos jóvenes quienes a través de su vida tuvieron la decisión de construir su actividad deportiva en comunión con los estudios y las labores agrícolas, que son parte de nuestra cotidianidad.

Así son los pedalistas de la Provincia del Carchi, gente de cuna humilde con la decisión, temple y coraje que se necesita para ir  por las rutas del mundo, en pos del triunfo y construir un futuro digno gracias a la fuerza de su pedaleo, su fortaleza mental, tenacidad y trabajo en equipo.

El uso de la bicicleta nace en los albores del siglo XX como un medio de transporte de bajo costo para las clases pobres, que les permitía recorrer largas distancias hasta sus lugares de trabajo, esta rutina fue fortaleciendo su cuerpo y  cultivando  su voluntad.

CUANDO UNA MADRE SE VA

Para los hijos, la muerte de su padre o de su madre es un acaecimiento singularmente doloroso y difícil de asumir, porque este hecho natural que permite reconocer la transición y levedad de la vida, al tiempo les a hereda a cada uno la misión de ser la cabeza de su propio entorno familiar.

CUANDO UNA MADRE SE VA

Los hermanos habían acordado reunirse aquel domingo para arreglar la casa de la madre ahora ausente, para prepararla de la mejor manera posible para que su padre pueda seguir con su propia existencia, solo, luego de muchísimos años de hacer la vida con la compañera de toda la vida.

La casa y sus cosas eran la historia viva de la familia, cada elemento, sus formas, su ubicación, hablaban solas de toda una filosofía de vida, una particular manera de articular las expectativas y los sueños, el tesón y la constancia, los proyectos y las realizaciones, los momentos de alegría, los de incertidumbre y los de tristeza de ese grupo familiar.

Toda la historia de la familia se había congregado en el mismo momento y lugar como si hubiese llegado el momento del juicio final y entonces comenzaron a fluir las sensaciones encontradas, como las de agobio e impotencia por la ausencia de uno de los íconos de esa familia y que comienza a hacer sentir el peso de su condición de ser irreparable y definitiva.

PAYASO QUE NO VALÍS, A TU MAMA TE PARECÍS

El pueblo se vestía de fiesta, de colores vivaces, de música, de risas, de juegos, de fortuna, de picardía, de tamales, de hervidos, entre el 28 de diciembre al 6 de enero como cada año.

PAYASO QUE NO VALÍS, A TU MAMA TE PARECÍS

-          "Dedicado la Laurita Delgado, una mujer tulcaneña maravillosa, un personaje de cuento, que se alejó de nosotros, dejando un interminable legado de recuerdos"

En mi pueblo, apenas finalizaba  la navidad, se respiraba un aroma festivo, las mamás rebuscaban en los viejos armarios los disfraces, de los niños, los jóvenes y los adultos, para entregarse a la algarabía casi carnavalesca, desde el 28 de diciembre, día de los inocentes hasta el 06 de enero, día de reyes.

Las familias disponían para aquella temporada y para todos sus miembros vestidos de colores vivaces, caretas, pañuelos, para salir por la tarde y noche vestidos de payasos al parque principal y hacer un rito que se movía entre la inocencia de los niños, la coquetería de los jóvenes o la picardía de los adultos, entonces se comunicaban de una manera extraña y simbólica entre el vaivén de los chorizos y los aventadores, entre los deliciosos acordes de la música ecuatoriana a cargo de la banda de música de la policía.

Payasito, payasito, la lección, de la esquina a la estación, tu mamita sin calzón…

TRES MINUTOS PARA ENAMORARLA

Se acercó dónde estaba ella, la miró a los ojos y mientras le tendió la mano, preguntó: ¿podemos bailar?; ella dibujó una tímida sonrisa, no pronunció palabra, solo extendió su mano hasta tomar la del joven y se puso de pies.

 

TRES MINUTOS PARA ENAMORARLA

amorPreámbulo

No me gustaría invitarlo al abuelo al baile, nunca participa, no le agrada bailar, nunca lo he visto hacerlo, llega en silencio, nos mira y luego permanece ensimismado.

El programa de fiestas

Se avecinaban las fiestas del colegio y uno de los eventos que más inquietaban a los jóvenes era el baile estudiantil.

La tarde del siguiente viernes, en los patios del colegio se iba a realizar la fiesta para los estudiantes y como todos los años las autoridades habían invitado a las chicas del  colegio “Tulcán" y del “Sagrado Corazón de Jesús”, cuya presencia ya estaba confirmada.

En el pueblo no existía la educación mixta y la presencia de las hermosas jóvenes en los patios de los colegios masculinos inquietaba a cada uno de los muchachos, que sufrían los embates de la pubertad y la adolescencia, que luchaban entre el conservar al niño o dejar salir al hombre.