Teatro Lemarie
En 1930 el libanés Pablo Lemarie mandó construir el teatro que lleva su nombre y el Hotel Granados con dos arquitectos graduados en Florencia (Italia).
Aulestia y Butinone fueron los encargados de diseñar la sala de cine, sus exteriores y los aposentos del hotel.
En esta construcción predomina la piedra, traída de Ibarra, cortada en forma rectangular y numerada; los albañiles y maestros vinieron de San Antonio de Ibarra también, únicamente a colocar los cantos de acuerdo a su numeración.
La arquitectura y la forma de construcción eran muy peculiares para la época a juicio de Carlos Vallejo, vecino del teatro.
En la cima de la fachada se esculpieron dos sirenas que han mirado desde lo alto la transformación de la ciudad y la expansión del casco urbano hacia el norte y occidente.
A decir de muchos ciudadanos que aún recuerdan haber disfrutado de los espectáculos en ese escenario, la magia de la nueva construcción y las películas hicieron de cierta época un recuerdo inolvidable.