SEÑOR CARAPAZ, LO APLAUDO DE PIE.
Permítame aplaudirlo de pie, como en su momento aplaudiré a otros carchenses, que deberán hacerlo como usted lo ha hecho, en tierras lejanas, frente a los mejores del mundo, sacar a flote toda su estirpe, su capacidad, su inteligencia, su fortaleza mental, la fuerza de su espíritu y poner como usted lo ha hecho de forma brillante, en lo más alto del olimpo deportivo a nivel mundial, su nombre, el de su equipo, el de su país, el de su provincia, el de su familia, el de su pueblo.
He manifestado en más de una ocasión que sus éxitos deportivos, para nosotros los ecuatorianos y de manera especial para los carchenses tiene un sabor placentero, que cala en lo más profundo de nuestro ser, puesto que sus triunfos, los hacemos y los sentimos como nuestros, porque en usted nos reconocemos, porque compartimos las mismas raíces culturales, la de los carchenses, la de los ecuatorianos, decididos, con temple y coraje, que se necesitan para ir tras nuestras más preciadas metas.
En su caso el “Olimpo Ciclístico” tiene reservado para usted un puesto de honor, en un espacio destinado para unos cuantos, los mejores del ciclismo de todos los tiempos y nosotros sus coterráneos lo aplaudimos, porque para lograrlo utiliza las mismas características que nosotros utilizamos para desarrollar nuestras tareas cotidianas y que a usted le acompañan como un deportista ganador.