CUANDO LAS AUTORIDADES RELIGIOSAS JUSTIFICAN LAS GUERRAS
En la “intervención especial” ejecutada por Rusia en territorio ucraniano, el arzobispo y cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa Kirill, sostuvo que el conflicto es contra quienes apoyan a los homosexuales. En la invasión a Ucrania, es correcto luchar, porque es una guerra contra el “lobby gay”.
La invasión fue el tema de su sermón del domingo del perdón, dónde describió en el Día del Orgullo Gay como un punto de inflexión entre el bien y el mal.
“Estamos hablando de algo que va más allá de las convicciones políticas. Hablemos de la salvación humana. Estamos en una guerra que ha adquirido un significado metafísico. Las marchas gay muestran que el pecado es una variable del comportamiento humano”.
Agregó el 16° patriarca ruso, “esta guerra es contra quienes apoyan a los homosexuales, como el mundo Occidental, y han tratado de destruir el Donbass. Solo porque esta tierra se opone a los llamados valores que ofrecen quienes pretenden imponer el poder mundial”.
Por su parte, el influyente arzobispo católico Carlo María Viganò, un personaje afecto a las teorías de la conspiración afirma que los globalistas (occidente) han fomentado la guerra en Ucrania para establecer la tiranía del nuevo orden mundial.
Los musulmanes de Ucrania se oponen a la guerra mientras los líderes musulmanes rusos apoyan las políticas de Vladimir Putin.
Es evidente la enorme influencia que tienen las religiones y sus representantes en todo el mundo, por esta razón traigo a colación las posiciones de estos actores sociales y el peso y consecuencias que estas aseveraciones pueden generar en las poblaciones y en sus gobiernos.
Fue San Agustín de Hipona en el siglo IV, quien consideraba que toda guerra era malvada y que atacar y saquear a otros estados era injusto, pero aceptaba que existiese una "guerra justa", la que se hacía por “una causa justa”, cómo la de defender a un Estado de una agresión o restaurar la paz.
En este sentido, la guerra es vista por Agustín como un instrumento de paz.
Justifica a los que han emprendido la guerra en obediencia al mandato divino, y a tales personas no han violado el mandamiento "No matarás".
Pero ¿cómo saber quién está en el lado justo, si todos quienes hacen las guerras tienen representantes de sus dioses que avalan y justifican los actos de muerte y de violencia emprendidos por los suyos?.
La historia ha demostrado que la conflictividad del mundo ha sido permanente a través del tiempo y se han generado por una amplia variedad de factores políticos, económicos, geopolíticos, demográficos, étnicos, religiosos, entre tantos justificativos y la inmensa mayoría han tenido a los “representantes de dios” que lo justifica.
Un estudio del filósofo e intelectual español Fernando Savater demuestra que en 5.500 años de historia del mundo se han producido 14.513 (catorce mil quinientas trece) guerras donde se involucra el nombre de dios o de una religión y donde se han producido 1.400’000.000 (mil cuatrocientos millones) de víctimas, en nombre de dios con un promedio de 2,63 guerras por año y 95.000 víctimas en cada una, en una forma de disputas que las religiones y sus representantes no han querido entender ni asumir su responsabilidad.
Y las autoridades religiosas siguen apalancando y justificando la muerte, las masacres y la injusticia.
Ya basta de usar a la religión y a sus dioses para justificar la muerte, 5.000 años de conflictos y de víctimas inocentes son suficientes.
Jorge Mora Varela
Imagen tomada de gayles