10 DE AGOSTO DE 1.809, 213 AÑOS DEL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA

10 DE AGOSTO DE 1.809, 213 AÑOS DEL PRIMER GRITO DE INDEPENDENCIA

Una fecha de recordación patriótica trascendental en la historia ecuatoriana y que va cayendo en el olvido.

 

Antecedentes históricos generados en España:

Los reinos que poblaban la península ibérica en lo que luego fue España, de la mano de Cristóbal Colón se encontraron con un continente que NO existía ni siquiera en la biblia y construyeron un imperio que duró algo más de trecientos años.

Los territorios colonizados por España nacieron con los reyes católicos: Isabel y Fernando a finales del siglo XV y duró hasta los principios del siglo XIX en la España dónde reinaba Carlos IV (1.788-1.808), un rey discutido y débil, quien abdicó en su hijo Fernando VII quien reinó un par de meses en el año 1.808, previa a la llegada de Napoleón Bonaparte a España y el reinado de su hermano José Bonaparte (1.808- 1.814), para asumir un segundo período (1.814-1.833).

La América española se administraba desde España con cuatro virreinatos, cuatro capitanías y 5 arzobispados.

Fernando VII, fue un controvertido monarca que reinó antes y después de la presencia de los Bonaparte en la península ibérica que desechó la constitución de Cádiz, que hubiese cambiado la historia del imperio español de los territorios españoles en América y en el Asia, en su retorno al poder en el 1.808 instauró el absolutismo que terminó con el ordenamiento político de la España imperial y con el nacimiento de los movimientos independentistas sobre todo en América que resultó con el nacimiento de 18 estados.

 

El movimiento independentista en Hispanoamérica

La ocupación de los franceses a España provocó en rechazo de los españoles del gobierno de los Bonaparte y se reconocía como su legítimo rey a Fernando VII quien permanecía detenido en Francia y este vacío de poder de 6 años, fueron motivaciones suficientes para madurar las ideas libertarias, fortalecidas por el enciclopedismo, de la Revolución Francesa, el debilitamiento constante del imperio español modificaba las relaciones de poder y control político en Hispanoamérica.

Nacían los movimientos independistas, con las ideas que modificaban la manera de pensar de quienes vivieron bajo el mando del imperio español y empezaron a creer en sus capacidades y posibilidades de mando autónomo, libre y soberano.

Primero la sociedad civil y sus jóvenes tenían que desear la independencia y la libertad y los ejércitos terminarían por expulsar a las fuerzas militares españolas, en ese orden cronológico y de importancia.

Cronología independentista en América

En el año 1.791 el pueblo "negro" inició la Revolución Haitiana y en el año 1.804 Haití declaró su independencia.

En Quito, el 10 de agosto de 1.809 se dio el grito de independencia, el 24 de mayo de 1822 se alcanzó la independencia.

Venezuela declaró su independencia en 1811, Argentina, se reunió la primera junta de gobierno en 1810 y la declaró su independencia en 1.816, Colombia 1.810, México 1.810, Chile 1.810, Uruguay 1.811, Brasil 1.825, Paraguay 1.811, Perú 1.820, Bolivia 1.825, Guayaquil el 9 de octubre de 1.820.

 

Que es la independencia

Es una condición del territorio que no depende políticamente de otro, es la capacidad de actuar, hacer y elegir sin intervención o tutela ajena, es lo opuesto a la dependencia y aplica tanto a personas como a instituciones y a estados, es la cualidad o condición de independiente, que es autónomo y que no tiene dependencia de otro/s, es un concepto asociado a la libertad, la autonomía. 

La historia contada como melodrama

El 10 de agosto de 1909, el primer grito de la independencia del pueblo quiteño, la historia de los patriotas quiteños y la misma cronología de la República del Ecuador se la ha escrito desde una concepción melodramática, antojadiza, parcial y maniquea, que señala y estigmatiza a los buenos y a los malos.

Los buenos, los vencedores por lo general militares a quienes llamamos patriotas, capaces de entregar la vida y derramar su sangre por el país, en una especie de holocausto entregado a Dios quien mira y acepta el sacrificio, de estos héroes de hierro, invencibles, quienes lograron la victoria y alcanzaron la libertad, a los que había que elevar monumentos, designar las calles y las plazas con sus nombres.

Y los malos, el yugo conquistador, portador de la injusta y la horrenda desgracia como un peso fatal sobre el país, un monstruo sangriento, un león destrozado lleno de impotencia y que ruge de despecho, el sucumbir del fiero español.

Así reza el Himno Nacional de la República del Ecuador.

Una manera dañina de escribir la historia, que raya entre lo fantasioso, exagerado, tergiversado y esto se logra cuando se construyen los relatos desde lo mítico, lo heroico, lo políticamente conveniente o lo necesario para construir un país hecho al azar, el “Ecuador” y como efecto secundario abona en la construcción de un país débil, pobre, incapaz de salir del subdesarrollo y que tiene siempre tiene la excusa de a quien culpar:

A España a la que aún luego de dos siglos de independencia nos complacemos cuando les exigimos disculpas por habernos colonizado.

Pregúntale al presidente de México Andrés Manuel López Obrador o al presidente del Perú Pedro Castillo y su cantaleta con la cual justifican las incapacidades y los fracasos.  

 

¿Somos una nación consolidada, unitaria y fuerte o somos un país endeble, frágil y disperso?

El Ecuador nació en 1.830, por la unión del pueblo quiteño, del guayaquileño y de los pueblos del Azuay. Desde el nacimiento de la república hemos tenido dificultades para sentirnos como una sola nación, entonces había que tener un enemigo común para odiar y sentirnos unidos. A través de la historia hemos tenido como enemigos feroces a los cuales odiar: “al fiero español” en su momento a “los peruanos y el conflicto fronterizo”.

Desde el inicio de la vida republicana, hasta el tiempo presente, para sentirnos unidos y evitar las ideas separatistas o los celos por la asignación del poder político, hemos repartido la presidencia y la vicepresidencia de la república entre Quito y Guayaquil.

Cuando ya no tenemos enemigos comunes a quien todos pudiésemos odiar y sentirnos unidos, debemos reemplazar por elementos que nos puedan unir y exterminar de manera definitiva el regionalismo que nos divide y nos posterga.

 

El tiempo presente

El ferrocarril de Alfaro y su efecto integrador duró medio siglo y murió con la modernidad, por eso propongo encontrar nuevos nexos de unión, que le den sentido, coherencia y contundencia a la “ecuatorianidad”, no es posible seguir dependiendo de los resultados de la selección de fútbol para sentirnos país, debemos encontrar eslabones fuertes que nos cohesionen, por ejemplo una autopista que una las tres ciudades Quito, Guayaquil y Cuenca y que cobijen a las demás ciudades , podría ser una alternativa entre tantas iniciativas que podríamos desarrollar.

 

Propuesta

Propongo una manera diferente de construir e interpretar la historia de un territorio que tiene que entenderse, para consolidarse, para ser país, el ECUADOR, único e indivisible, porque ni el primer grito de independencia del 10 de agosto de 1809, ni la misma independencia del pueblo de Quito del 24 de mayo de 1822, ni la independencia de Guayaquil del 9 de octubre de 1820 han servido para tal.

Caso contario seguiremos viviendo en un país endeble y celebrando las fiestas patrias con días de descanso obligatorio en las playas, con cerveza, con héroes que van cayendo en el olvido y sin futuro claro como nación fuerte que sabe hacia dónde va en el presente y en el futuro.

Es el momento de dar un “Segundo grito de unidad” y poder ser la nación que soñaron los patriotas del 10 de agosto de 1809.

 

Jorge Mora Varela

 

 

Imagen tomada de: https://youtu.be/6kUwlof-ZxA?t=46