Los sucesos nacionales y sus expresiones grotescas que se dan a conocer sin empacho, ni vergüenza en la vida cotidiana, en los noticieros de radio y en la TV, reflejan de cuerpo entero el rostro de la educación y la cultura de los ecuatorianos.
QUIERO ECHAR AL TACHO EL SISTEMA EDUCATIVO PARA REINVENTARLO DE OTRA MANERA
Es evidente que la educación, marca el comportamiento privado y público de los actores sociales, que son producto de los que se enseña en los hogares, la escuela, el colegio y las universidades del país.
Y aparece como denominador común una serie de manifestaciones que demuestran que los paradigmas con el cual nos educamos son un fracaso, en todos los órdenes, sean estos familiares, comunitarios, cívicos, políticos, sociales o culturales.
Entonces como explicamos los niveles generalizados y normalizados de violencia, corrupción, exclusión, incapacidad para la creatividad, inhabilidad para el trabajo solidario y cooperativo, con comportamientos civiles erráticos, que terminan con la difícil e insegura convivencia ciudadana en ciudades caóticas, anti estéticas, disfuncionales y olor a orines.