Un comentario al margen.
LA ORDEN NACIONAL AL MÉRITO O EL PREMINO NOBEL DE LA PAZ, ¿ANTES O DESPUÉS DE…?
A propósito de la condecoración al flamante presidente del Ecuador Guillermo Lasso Mendoza, en la ceremonia de posesión como mandatario de los ecuatorianos.
Cómo me gustaría que la condecoración del Gran Collar de la Orden Nacional al Mérito, el máximo galardón del Estado ecuatoriano, se lo hiciese al gobernante que, habiendo hecho los méritos pertinentes durante su ejercicio de gobierno, se le otorgue en reconocimiento a su gestión, cuando el mandatario termine su período de gobierno, porque allí la presea tendría sentido y valor simbólico.
Imponer la condecoración al presidente en el momento que inicia su gestión es tan banal, superficial e insignificante como el premio Nobel de la Paz que se le otorgó al presidente de los Estados Unidos de América Barack Obama antes de que el primer mandatario norteamericano hiciese nada por la paz a parte de un par de declaraciones de cajón y luego de obtener el Nobel de la Paz pasó todo su mandato en guerras vergonzantes, cuestionables y condenables…






