HACER CLASES EN PANDEMIA

HACER CLASES EN PANDEMIA

Me gustaría entender las razones por las cuales el estado ecuatoriano con la “ley de apoyo humanitario” permitió que en el sistema educativo se aumenten las horas de trabajo (virtual y sus implicaciones) a niveles desquiciantes en clases y se recorten los ingresos de los profesores.

Apostaría que quien o quienes diseñaron estas estrategias, jamás hicieron docencia y jamás se ocuparon de la casa,  de sus familias o de las tareas domésticas.

En tiempo de clases virtuales:

La casa desde dónde se hacen las clases, debe estar en su punto, limpia, ordenada y funcionando de manera normal (incluye camas tendidas, pisos limpios, ropa aseada, platos lavados y ordenados).

Yo como la persona que hago docencia debo estar aseado, acicalado, alimentado de manera adecuada, vestido (completo), sano y preparado en la parte académica, con estudios, investigaciones y publicaciones en proceso, comprometido, con mi casa y con mi familia.

Es posible que los docentes tengamos familia, casa, hijos (24/7) full time, sin pausas, que requieran atención, aprendizaje, adaptación, eso lleva tiempo y recursos.

En una reunión, alguien me pedía por interno, que NO le pida encender su cámara, porque NO estaba en condiciones ¿ ?... el día NO le había alcanzado.

Me encantaría que alguna autoridad piense en estos aspectos que parecen menores y que lo contraste desde su propia vivencia.

Que se pronuncie, pero solo alguien que tenga vida normal, es decir que tenga un lugar donde vivir, que tenga familia, que prepare sus clases, que tenga autoestima, que se bañe, que se asee, que atienda las labores cotidianas, que prepare sus lecciones, que investigue, que escriba, que publique y que se preocupe por la vida a la parece estamos atados, por efecto de la pandemia, el teletrabajo y todo lo que implica, la disminución del ingreso y las exigencias laborales y que lo hayan afectado de alguna manera.

NO los amigos de la sospecha que de manera torpe e inconsulta han pensado que los docentes en casa, confinados y con trabajo virtual es una forma de vacaciones y a los que hay que apretar para que descuenten el sueldo que primero había que recortar.

 ¿Y las instituciones educativas?, en silencio...

Sumisas, obedientes al poder, ajenas a las "personas" docentes, preocupadas en la maximización del tiempo productivo de sus "obreros" a cualquier costo, como en los peores tiempos de la revolución industrial del siglo XIII.

  

Jorge Mora Varela.