ENTRE LA MAMITA DE ZEVALLOS Y UN MÉDICO DE PRIMERA LÍNEA

En el Ecuador, de manera inexplicable, irresponsable y cobarde, al personal sanitario de primera línea no se les aplica la segunda dosis.

 

ENTRE LA MAMITA DE ZEVALLOS Y UN MÉDICO DE PRIMERA LÍNEA

Durante un año, cada día, me duele mi hijo, él es un médico de primera línea que atiende en un hospital del Seguro Social a los pacientes de Covid-19 y en este sentimiento de abatimiento incluyo a todo el personal sanitario de mi país que trabajan de manera ejemplar y con el desamparo de las autoridades que tiene el deber de protegerlos.

Me duele mi esposa que vive en la incertidumbre y la preocupación constante por su hijo, por nuestro hijo al que vemos de vez en cuando y al que me dan ganas de abrazarlo, besarlo y protegerlo con la fuerza de mi amor y de mis brazos.

El problema más grande de los ecuatorianos es que entre la enfermedad viral, los pacientes y el personal médico están de por medio una clase política indolente, ineficiente y estúpida, dónde destacan de manera nítida el primer mandatario y el funesto ministro de salud.

Me imagino que no será fácil trabajar con sobre carga de trabajo y hacerlo con cuidado, con prolijidad, con entrega, con profesionalismo y sin renuncia o cuando alguna de esas noches aciagas terminan con algunas víctimas mortales que sucumben ante la pandemia.

Mientras están llegando a los diferentes países, decenas, centenas de miles o millones de dosis de vacunas, al Ecuador 8.000.

Y han servido para para el espectáculo mediático, las mentiras, las disculpas inaceptables o para proteger a la mamita del ministro de Salud Juan Carlos Zevallos y las amigas de ella que seguro viven en un espacio privilegiado en muchos órdenes.

Por supuesto que me siento indignado contra este personaje abusivo, indolente e ineficiente.

Exijo que primero sea vacunados en primera y segunda dosis, los médicos y el personal de salud, luego los más vulnerables y en su momento el resto de la población ecuatoriana sin privilegios y sin palancas.

Me siento ofendido en mis fibras más íntimas, porque veo con impotencia que en mí país siguen teniendo preferencia los detentores temporales del poder, eso es un abuso y es una infamia inaceptable y repudiable.

Corrija señor Juan Carlos Zevallos, priorice el uso de las vacunas y por el bien del país retírese de la función pública porque les ha fallado a los valiosos y a los vulnerables

 

Jorge Mora Varela

 

Imagen de la vacuna: