UMBERTO ECO, LAS REDES SOCIALES Y LOS IDIOTAS

UMBERTO ECO, LAS REDES SOCIALES Y LOS IDIOTAS

El filósofo y escritor italiano Umberto Eco (+2016) afirmaba que: “Las redes sociales le dan el derecho de hablar a legiones de idiotas que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la comunidad. Entonces eran rápidamente silenciados, pero ahora tienen el mismo derecho a hablar que un Premio Nobel. Es la invasión de los imbéciles”.

Yo no puedo estar de acuerdo con esta afirmación que denota la incapacidad de algunos líderes de opinión para entender los signos del siglo XXI, sobre todo cuando los que tienen la responsabilidad de enseñar, analizar y juzgar nacieron en el siglo XX y fueron educados con criterios de los siglos anteriores.

 

Vivimos conectados en tiempo real a redes de comunicación interactivas y dinámicas, donde se comparte de manera abierta los momentos de nuestra vida que queremos que se miren por medio de imágenes y  frases cortas y por lo tanto como afirma Umberto Galimberti en su libro “Los mitos del siglo XXI”: La gente piensa poco, confía en doctrinas individuales y colectivas difusas pero tranquilizantes, pues ello les permite vivir de forma acrítica, es decir que no censura, analiza o juzga el valor de los sucesos.

Es así como  se va creando una civilización global en medio de las culturas locales, con conceptos “válidos para la generalidad de las personas”, con ello se inventa verdades, se evita problematizar la vida, porque se confía en la tecnología sobre todo la de la comunicación que da confort, placer y sin las cuales ya no parece ser posible vivir.

La idea de progreso difundida el ciber espacio, es la de las nociones universales que uniformizan “el ser”, pero que incentivan “el tener”. Pensamientos inaceptables en las mentalidades ajenas al siglo XXI.

Los símbolos e ideas que se difunden en las redes sociales, rompen con las de siglos anteriores, porque son pensadas desde las emociones intensas, la juventud permanente y del placer sin límites en un contexto global.

Con aportes significativos que deberán ser parte de la cultura por venir, como la construcción de ciudades con procesos de migración constante desde cualquier región del la tierra, con una actitud de preocupación por el cuidado del planeta, por integrar al espacio humano a los animales, por la participación activa de las minorías y el desarrollo de otras concepciones económicas, ecológicas, religiosas, políticas, ciudadanas  y familiares.

Creo que los nuevos conglomerados humanos del siglo XXI, están en plena construcción de un nuevo mundo, diferente y desconocido, que nos atemoriza y desconcierta y por ello los líderes de opinión del siglo XX, se permiten descalificarlo y cuestionarlo.

 

Jorge Mora Varela