Lo sucedido con nuestros amigos del medio de comunicación El Hemisférico de la Ciudad de Cayambe, que han sido objeto de actividades sospechosas y amedrentadoras como la toma de imágenes no autorizadas de sus instalaciones o el merodeo camuflado a su personal e instalaciones. ¿O las autoridades deberán esperar que haya atentados o la muerte de o de varios de los miembros del medio de comunicación cayambeño, para actuar?
¿LA DELINCUENCIA BUSCA CALLAR A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN INCÓMODOS?
Los momentos de la delincuencia, podrían ser predecibles, no solo son los asaltos, asesinatos, extorsiones, enfrentamientos entre bandas, estallidos con explosivos entre tantas y tantas manifestaciones delincuenciales, como sacadas del manual del delincuente que tiene al estado en shock y sin capacidad de respuesta.
Además, está el merodeo y asalto a los organismos de control, como aduanas, aeropuertos, puertos, medios de transporte internacional, aéreo, marítimo y/o terrestre.
Obtener y beneficiarse de vínculos con la justicia, a través de las amistades o las amenazas, que les permita colocar a los delincuentes en la posición estratégica que les convenga en un momento determinado: en los centros penitenciarios y en cuales o en la calle.
Ahora, ¿también buscan silenciar a los medios de comunicación, como ha sucedido y sucede en Colombia o en México?
El silencio producto de no mirar, auto censurarse o eliminar a los miembros del periodismo de investigación o a los medios que han asumido la misión de informar aquello que a la delincuencia le es incómodo o inconveniente.
Como lo sucedido con nuestros amigos de El Hemisférico de la Ciudad de Cayambe que han sido objeto de actividades sospechosas y amedrentadoras como la toma de imágenes no autorizadas de sus instalaciones o el merodeo camuflado a su personal e instalaciones. ¿O las autoridades deberán esperar que haya atentados o la muerte de o de varios de los miembros del medio de comunicación cayambeño, para actuar?
Punto aparte la tarea vergonzosa de los “grandes” medios de información, expertos en NO informar o comunicar lo que a ellos o al gobierno le conviene desde el punto de vista del “marketing político o la propaganda política”. El arte de no decir, de ignorar, de manipular o eliminar las preguntas incómodas o inconvenientes para el poder político o económico del país.
El gobierno ecuatoriano deberá exigirles a sus estamentos de “inteligencia”, explicar los tentáculos de la delincuencia, sus modos, maneras e innovaciones y ponerse a la altura y el gobierno debe actuar en consecuencia y no tome medidas ridículas, inconsultas y peligrosas como la de permitir la tenencia y porte de armas, para desentenderse del problema, ponerse a buen recaudo en compañía de los grandes medios de comunicación y lanzar las responsabilidades y seguro el costo en vidas humanas a la ciudadanía y a los medios que con valentía denuncian las realidades que el gobierno no quiere ver, ni asumir su responsabilidad de garantizar la seguridad ciudadana.
Mientras tanto, los delincuentes acechan, la policía los detiene, la justicia los libera, y el estado se desentiende, que tal..., de Ripley.
Jorge Mora Varela