LA MACDONALIZACIÓN DE LA PANDEMIA

Rápido, rápido, rápido… si no el gobierno nos mete la mano al bolsillo y ESO SÍ DUELE.

 

LA MACDONALIZACIÓN DE LA PANDEMIA, ¿ES POSIBLE?

 

El término macdonalización, se refiere al signo de los tiempos, que exige que todo sea rápido, implacable, que no espera nada ni a nadie, se refiere a la tiranía de la velocidad.

La comida rápida, la atención rápida de trámites, las citas rápidas, carreras universitarias rápidas, reuniones rápidas, viajes relámpagos, la optimización cronométrica de los eventos que tienen que alinearse, agendarse y cumplirse de forma precisa, las programaciones, los horarios, la planificación.

Según este condicionamiento global, la pandemia covid 19, también debería alinearse a las exigencias de la macdonalización, y debería cumplir con los plazos de la cuarentena, el aplanamiento de la curva, el retorno a la normalidad de la economía, de la política, de la vida social, al reinicio de la Libertadores, de la Champions League, de las clases, de la reactivación del turismo, la apertura de los Malls y las compras.

Pero NO, la pandemia impone sus propios códigos, se expande a su manera, utiliza la ignorancia, la displicencia, la indisciplina, la prepotencia de los seres humanos para ocupar todos los espacios.

Abofetea a los líderes políticos que tratan de vencerla por decreto, se ensaña con los que la ignoran o no la entienden, desnuda a los pueblos, deja al descubierto y los arrincona en la precariedad a los que NO entendieron la antigua enseñanza del sentido común que alguna vez se recogió en el antiguo testamento:

“Ahorrar en los buenos tiempos, para cubrir las necesidades de los tiempos de escases”

Este tipo de eventos que se dejan ver de tiempo en tiempo, destrozan a los dioses, extinguen los milagros, le exigen al ser humano utilizar su racionalidad para vencerla.

Disciplina, conciencia social, aporte individual como ladrillo fundamental del muro de contención y protección social, investigación científica, recursos económicos, racionalidad política.

Si los seres humanos fuésemos racionales y aprendiésemos de las experiencias o de la historia, deberíamos repensar la política, la manera de elegir a los líderes, la manera de utilizar los recursos, de entender y proponer la protección y la convivencia social, las relaciones y el comportamiento individual.

Pero el ser humano es único ser que puede tropezar con la misma piedra una y otra y otra vez; así que esta es una batalla perdida, si no, leamos las redes sociales y veremos que la estupidez humana tiene un gran estado de salud y navega viento en popa como la mejor aliada de la pandemia y mantienen a la humanidad en el mar de la incerteza que está llevando a una parte del mundo de la muerte, a la pobreza excluyente y a un infinito brote de conflictos.

Entonces la macdonalización de la pandemia, NO es posible, porque la mayor parte de la humanidad "SOLO" espera que “alguien” desarrolle la medicina, la produzca, la venda y llegue a todos, pero NO es "CONSECUENTE" y actúa sin inteligencia, no entiende que el control de la enfermedad depende del ser humano individual y colectivo y algunos de nosotros, no acabamos de entender lo que está pasando, mientras tanto, el virus se expande y el tiempo para controlarla se alarga y se vuelve incierto.

Y con ello la muerte, los IMPUESTOS,  y cuando nos METEN LA MANO AL BOLSILLO, eso SI DUELE.

 

Jorge Mora Varela.

 

QUE HIJOS DE P*%#

Cómo me gustaría vivir en un espacio-tiempo donde los actos que rayan en el delito social, (el robo, el abuso, los sobreprecios como los que en el ECUADOR de la PANDEMIA se denuncian y quedan en la impunidad) se castiguen con la MUERTE en la hoguera, la amputación o el flagelo público, a aquellos que en la jerga de pueblo se denominarían como:

¡QUE HIJOS DE PUTA!

Una PANDEMIA como la que nos aqueja es parte de realidad del mundo, no es la primera ni será la última y en tiempos de la hiperconectividad han quedado en evidencia una serie de responsables y culpables.

Las decisiones políticas de favorecer a una minoría poderosa, dueña del capital a costa de dejar en la precariedad y vulnerabilidad a la mayoría de la población en sectores como la salud donde por ejemplo sus profesionales  se exponen y mueren por NO tener las medidas de seguridad mínimas (dizque no hay presupuesto),  mientras se aprovechan de la situación y se benefician de SOBREPRECIOS inmorales en la compra de insumos.

Escuchamos con estupor al Viceministro de Salud a un ignorante (alguien que ignora), que aseguraba que usar implementos de seguridad a los médicos era innecesario , mientras el país tiene a muchos de sus  profesionales de la salud contagiados con el covil 19 o la muerte de médicos, enfermeras y personal de la salud, en un acto absurdo, inaceptable y condenable y a renglón seguido el Ministro de Salud está bajo sospecha de tener contratos millonarios en plena crisis  de salud.

Señor Presidente Lenín Moreno y Señor Juan Carlos Zevallos les exijo una explicación adecuada.

 

EL SILENCIO NO ES UNA RESPUESTA

EL CAMPANILISMO, LA DIVERSIDAD Y EL COSTO SOCIAL

Las crónicas cuentan que el "campanile" o campanario del pueblo “tenía que ser” más alto que el del vecino.

EL CAMPANILISMO, LA DIVERSIDAD Y EL COSTO SOCIAL

El campanilismo es una palabra italiana que define el afecto y la defensa ciega por la propia ciudad, por sus costumbres y tradiciones, que se manifiesta por el odio, la burla y la envidia, hacia los habitantes de las otras localidades.

En el Ecuador lo definimos como “regionalismo”, pero creo que tiene que ver con las mentalidades pequeñas, estrechas, limitadas y acomplejadas de quienes NO pueden aceptar que más allá de sus fronteras haya personas que podrían ser mejores que ellos; NO pueden aceptar la diversidad que fluye por todas partes, por efecto de la mundialización en este escenario de globalización.

Los pueblos tienen maneras de ser, de pensar y de actuar particulares que son válidas, todos tenemos formas y maneras de ser diferentes y debemos interactuar en el mundo interconectado y diverso.

LA OTREDAD EN TIEMPOS DIFÍCILES

La “otredad”: El reconocimiento del OTRO como un individuo diferente.

 

LA OTREDAD EN TIEMPOS DIFÍCILES

La presencia de un problema global en tiempos de la hiperconectividad permite mirar la diversidad de formas como cada ser humano, reacciona frente a un problema común, en este caso una pandemia universal, entonces aparece lo GLOCAL, donde cada uno “es” en un solo escenario, el mundo digital.

Entonces me queda la sensación de navegar en un mundo donde todas las personas gritan y donde nadie escucha, todos parecen preocupados en escribir y a nadie le interesa leer. Parecería que lo más importante es “vociferar” el punto de vista individual o de pequeñas logias, con el ánimo de imponer sus argumentos, como si fuese suficiente para deslegitimar a los otros.

EL PROBLEMA DEL MAL

Es evidente que los dioses no pueden con los problemas grandes, es el momento del milagro humano individual y colectivo.

 

EL PROBLEMA DEL MAL

Se ha atribuido al filósofo griego Epicuro (341 al 271 antes de Cristo) la formulación original del problema del mal

Podríamos hacer una pregunta a los dioses:

¿Por qué así existe el mal en un mundo?

  1. O Dios quiere impedir el mal y no puede,
  2. O puede impedir el mal y no quiere,
  3. O no puede y no quiere,
  4. O quiere y puede impedir el mal,