LOS DUEÑOS DEL CUERPO HUMANO

Entre la naturaleza y la cultura, entre la filosofía y la antropología, entre la duda.

 

LOS DUEÑOS DEL CUERPO HUMANO

 

Para las ciencias médicas es una serie de organismos para sanar,

para la economía es una fuerza de trabajo para emplear,

para la religión es un trozo de carne para reprimir, castigar y redimir,

para los manipuladores es un ser a quien “le está prohibido olvidar”.

 

Para los pueblos es un habitante anónimo,

para el padrón electoral es uno más en la lista ciudadana,

para el registro civil es un número de cédula,

para los selfies es  solo una imagen repetida.

 

Para la educación es un carente al que debe alfabetizar,

para el mercado es un cliente al que debe satisfacer,

para la democracia es un voto obligatorio y que debe sufragar,

para el mercado de trabajo es un operario  eficiente y productivo.

ACEPTO LA LIBERTAD

ACEPTO LA LIBERTAD

 

Acepto la libertad,

impronta ineludible de mi ser humano,

ama silenciosa del acto de mirar,

libertadora del pensamiento,

aliada secreta de asombro.

 

Llave maestra para otear sin temores,

entre los rastros del evangelio de Jesús y,

los tortuosos senderos del anticristo de Nietzsche o,

entre la vía de la conciliación del Vaticano y,

los senderos latinoamericanos del Che Guevara.

ESCULTURAS EN VERDE

ESCULTURAS EN VERDE

La imagen más hermosa de Tulcán.

 

Jorge Mora Varela

Guerreros defensores de mi pueblo,

luchadores de guerras olvidadas,

batalladores incansables sin batallas,

guardianes sempiternos de mis muertos.

CON LAS PÁGINAS ABIERTAS

CON LAS PÁGINAS ABIERTAS

 

Liberemos a la fuerza y el poder,
que dormitan enclaustradas,
entre las paredes obscuras,
de los libros clausurados.

 

Exijo las páginas abiertas de todos los tratados,
permitámosles, la libertad sin condición,
para que cuenten su vida y sus historias,
sus amores,
sus anhelos y sus sueños,
sus luchas, sus miedos y enemigos,
su voz y sus palabras,
sus escritos,
testimonios de su tiempo y,
de la historia de sus pueblos,

Compañera

Compañera

 

Ese es el horizonte,

que marca el fin de la existencia, y

esta mañana tiene prisa.

 

Solo quisiera detener el tiempo,

tomarla de la mano,

dar la media vuelta y,

desandar,

mientras me pregunto,

¿para qué sirve la vida?

 

Jorge Mora Varela