Una manera de entender la poesía,
a mi manera.
De fondo y forma
De fondo para escribirla,
de forma para mostrarla,
De fondo para poder mirarme al espejo,
de forma para presumirla.
De fondo para pensarla,
de forma para jactarla.
Una manera de entender la poesía,
a mi manera.
De fondo y forma
De fondo para escribirla,
de forma para mostrarla,
De fondo para poder mirarme al espejo,
de forma para presumirla.
De fondo para pensarla,
de forma para jactarla.
LA ASOCIACIÓN DE EGRESADOS DE LA ESCUELA SUPERIOR DE LA POLICÍA NACIONAL, CELEBRÓ 50 AÑOS DE CREACIÓN
La Asociación de Egresados de la Escuela Superior de Policía Nacional celebró con algarabía, con sentido de pertenencia y con orgullo sus 50 años de fundación y las ideas fundamentales que se escucharon de forma recurrente en la sesión solemne realizada en sus instalaciones fue la de:
“Haber servido a la patria”
y
“La satisfacción del deber cumplido”
En tiempos del relativismo postmoderno estas frases hablan de personas orgullosas de haber pertenecido a su institución, de haber llevado su uniforme “verde oliva” y de haberse sentido útiles a la patria, resulta conmovedor y aleccionador.
LA MONTAÑA Y YO
Los significados de aquel momento no los había registrado en palabras, no obstante, sus lecciones han estado presentes en esos infaltables momentos agobiantes de la existencia, dónde cada persona y en soledad deberá confrontar cara a cara con la vida misma.
Todo empezó porque mis compañeros de aventura no pudieron acompañarme a la montaña, sin embargo, no podía renunciar a este momento simbólico y significativo del calendario y de la ritualidad alrededor de los amigos, distintiva en la existencia de cada uno de nosotros.
Entonces el treinta y uno de diciembre del dos mil ocho, tomé mi vehículo y me dirigí al punto de partida. El día estaba nublado y no era posible mirar al monte, solo había que ajustar la vestimenta, respirar profundo y caminar como lo habíamos hecho tantas veces, esta vez en solitario.
No sabía si invocar a la majestuosidad del monte o pedir el auxilio al dios de mis padres o simplemente avanzar y así lo hice, caminar, hurgando las pistas por dónde atacar al monte desde el lado occidental.
YO NACÍ EN ESTA TIERRA
Libre,
del vientre de una mujer hermosa,
y de un hombre trabajador,
libre, para caminar, para alejarme y para volver.
Así, en esos términos,
sin ataduras,
sin temores, ni complejos,
libre como el viento que se le escapa a la montaña.
Rocío y la promesa de una cima
Como lo habíamos hecho tantas veces entre el morir de un año y el amanecer de uno nuevo, en compañía de un grupo de amigos subimos a la montaña, como parte de un rito creado por nuestro amigo Hugo, luego y al aprovechar la magia de las tecnologías de la comunicación, publiqué el artículo HUGO Y SU MONTAÑA.
Al finalizar el texto, Rocío escribió un comentario que la dibuja a ella de cuerpo entero:
Escribió: “Uno de mis retos para el año 2.023, es que al finalizar el mismo tenga la oportunidad de disfrutar de esta magia y sé que junto a mis amigos como son Hugo y tú, mi querido Jorge, lo lograré, por eso la meta es prepararme para alcanzar este sueño”.
Y mi pensamiento como primera respuesta fue: “lo va a hacer”, no me cabe la menor duda.
Y esa es la manera como yo puedo decodificar, leer y describir a nuestra amiga, Doña Teresa del Rocío Ramos Silva:
Una persona que fija la mirada en el objetivo, lo determina, lo busca y lo consigue. La montaña como reto para el 2.023 solo ejemplifica la manera de ser de esta mujer.
Poseedora de mirada vivaz, una sonrisa y la capacidad de alcanzar sus metas y sus sueños, llámese vida personal, familiar o comunitaria, hogar, trabajo, sin que puedan detenerla ni afectarla las limitaciones, los errores o los obstáculos, esa es la personalidad de esta dama que hoy en compañía de sus amigos otea la vida desde la ventana del medio siglo.
Por cierto, los 50, es un hermoso balcón desde dónde mirar la vida con una perspectiva de presente, de pasado y de futuro, como cuando se mira el horizonte infinito con una perspectiva de 360 grados que en su momento te lo permita la cima del monte, esto ¡es una promesa!
Si me lo permiten, debo agradecer la oportunidad que me dan Johnny, Pamela, Juan Fer y Jóse David, para poder expresarles a ustedes la manera que desde afuera podemos mirarla a ella, a vuestra esposa, vuestra madre, vuestra hija, vuestra hermana, vuestra amiga.
Una mujer empática, generosa, con la habilidad para abrir espacios, para crear oportunidades, alegre, optimista, capaz de integrarse y ser parte nuestra como si lo fuese de toda la vida.
No puedo precisar en qué momento la vi por primera vez, pero si recuerdo de manera grata, todo un caudal interminable de sus gestos de afecto, desprendimiento y aceptación para mí y para los míos, para nuestros amigos, para todos.
Solo se dibujan en mi mente, sonrisas, juegos, futbol, reflexiones sesudas y las manos abiertas de Rocío para su entorno, como si el secreto de su vida fuese sortear y supera sus dificultades, utilizarlas como peldaños para entregarse a los demás sin límites, sin preguntas, para poder servir, para luchar, para salir adelante y para vencer, para ser feliz a su manera, como ella sabe hacerlo.
Y ese es el testimonio y el legado que tiene ella para el presente y para el futuro, como ser humano, como amiga, como esposa, como hija, como hermana, como madre, como profesional, como miembro de su comunidad, la responsabilidad, la generosidad, la solidaridad, la superación personal, académica y profesional constante, siempre enmarcada en una sonrisa.
Felicitaciones a la homenajeada y a toda su familia, por festejar de la mejor manera a esta hermosa mujer, en su entorno familiar y con sus amigos.
Muchas gracias.
Fotografías:
Archivo personal de la familia Terán Ramos
Archivo de Hugo Rosero Pérez.