Mi madre

Mi madre

 

Mirta Santacruz Delgado

 

“En la vida no hay desgracias, ni fortunas, sino maneras de entender las vicisitudes de la vida.” (Jorge Luis Borges- poeta argentino)

 

La muerte es un hecho doloroso, difícil de aceptar, y aunque estoy convencida de que la belleza de la vida radica en su finitud no siempre es fácil de entender cuando la persona que muere  es la madre.

Mi madre, una mujer de figura menuda, frágil, pero con una férrea voluntad para formar una familia fuerte, capaz de superar los embates de la vida con la entereza y valor que nos daba su amor, que nos hereda a sus hijos la misión de ser y de construir nuestra propia vida en libertad, matizada con su inconfundible huella de fortaleza, generosidad, lucidez y su maravillosa capacidad de amar a cada uno en su justa medida.

 

Luego de su partida, la sensación de soledad se acrecienta, creo escuchar que me habla, que me llama por mi nombre, me acaricia con su voz y su ternura, aunque su presencia física me falte, su filosofía de vida hoy más que nunca tiene sentido, por su particular forma de expresar el  amor a través de sus hábiles manos, su costura, su comida que se convirtieron en el pan nuestro de cada día, que son  motivo de orgullo,  pertenencia e identidad, que con su partida me permite agradecer, honrar y eternizar la memoria de mi madre.