LAS IDEAS FUNDAMENTALES DE LA MANO DE ALBERTO CORTEZ

"Te sigo queriendo, 

como el primer día,

con la algarabía de un tamborilero,

como el primer día te sigo queriendo". 

La manera como entiendo el amor a mi compañera de vida.

 

LAS IDEAS FUNDAMENTALES DE LA MANO DE ALBERTO CORTEZ

 

La ausencia del cantautor argentino Alberto Cortez es un hecho que permite sentir la contundencia del sentimiento de dolor que genera:

“cuando un amigo se va” ,

La sensación de ausencia indescriptible de:

“un espacio vacío”

La segunda mitad del siglo XX, donde:

“golpe a golpe”

"verso a verso”,

(Cantares Machado-Serrat)

Transcurría la juventud, fuimos construyendo a nuestra manera la forma de entender y asumir la vida, cuando la cultura popular no alcanzaba a explicar el mundo y la modernidad que se sospechaba era amplio, diverso y por lo tanto enigmático, sugerente y bello, entonces la radio de tubos, la televisión en blanco y negro, los discos de acetato, eran las ventanas que permitían conocer y admirar lo que había más allá del horizonte.

La más hermosa declaración de amor

La más hermosa declaración de amor

De la vida gauchesca de Inodoro Pereyra, Eulogia y el Mendieta.

De la pluma del Negro Roberto Fontanarrosa, en la Ciudad de Rosario, Provincia de Santa Fe, en la Argentina.

 

Es la más hermosa declaración de amor, con la que me identifico y que me gusta; que la he podido encontrar entre las calles, los cafés, la rivera del Rio Paraná de la hermosa y entrañable ciudad de Rosario, a la que llevo muy dentro de mí.

RECUERDAN HIJOS

Jorge Mora Varela, presenta:

 

RECUERDAN HIJOS

jorge y sus hijos-003 

¿Recuerdan hijos?

¿nuestras primeras huellas entre los verdes y azules del pueblo?

¿nuestras interminables tardes de juegos en los campos?

¿los colores del cielo, los de la mañana y los del atardecer?

 

¿Recuerdan muchachos?

¿nuestras primeras risas?

¿nuestras primeras emociones?

¿nuestros primeros cantos?

 

Carta para mi padre

 

Una carta que tardó veinte años en salir del maravillosos baúl de los recuerdos

Carta para mi padre

 

De: Jorge Humberto (8 años)

1998

jorge humberto niño

Te quiero mucho y no sé qué haría sin ti,

yo crezco contigo y,

me gusta cuando le ayudas a mi mami,

 

Si alguien te habló de mala manera, me da mucha pena,

tú sueñas con llevarme a lugares que son muy importantes para ti,

y sabes hacer lo posible para que yo sea feliz.

EL MUNDO SECRETO DE LOS ANIMALES

Del realismo mágico ecuatoriano y desde el Mundo de Simón:

 

Jorge Mora Varela, presenta:

 

EL MUNDO SECRETO DE LOS ANIMALES

Como cada sábado apenas rayaba el sol sobre la cima de la montaña que me acompañaba en mis amaneceres y como ya había llegado el verano, Simón y yo, salimos presurosos de casa, para correr.

Lo primero y lo más importante era comenzar a hacer nuestro deporte favorito y mientras tomábamos el sendero principal, había que preguntarse ¿para dónde vamos?, nos miramos a los ojos y la verdad, no importaba demasiado, solo había que dejarse llevar.

En este año, el invierno se prolongó tanto que el verano debió expulsar a la temporada invernal a empellones, en una lucha feroz, entre ráfagas de viento por la mañana y violentas tormentas en la tarde, por fin llegó el calor y el tiempo seco, propicio para buscar nuevas aventuras, así que junto a mi amigo decidimos correr por las partes elevadas del monte, junto al rio.

Al llegar a la parte más alta se podía divisar como el caudal del río, había disminuido y el agua a diferencia del invierno donde era turbia y obscura, esa mañana era transparente, cristalina y se podía, divisar las piedras del fondo del cauce.

 

El rio y los perros

Decidimos bajar hasta la orilla y a medida que descendíamos por el pequeño sendero estrecho e inestable, se podía oír el ladrido de una jauría de perros que se acercaban de manera preocupante, pues el sonido era cada vez mayor y parecía provenir del río y producto de una gran cantidad de canes.

 jorge y simón-003

Simón y yo, decidimos escondernos en la maleza, para poder observar sin que nos puedan mirar. De repente por medio del cauce del río aparecieron un tropel de perros amarillos, que saltaban, chapoteaban y corrían entre los causes del agua y las piedras en una especie de competencia de resistencia y de placer.