SER ABUELA

A riesgo de parecer simple, una abuela es una mujer cuyos hijos han tenido hijos y creo que el rol que le ha asignado la sociedad amerita ser redefinido.

 

SER ABUELA EN EL SIGLO XXI

 

TAMBIÉN ES UN ESTADO EN EVOLUCIÓN

Cuando se nombra a la abuela de manera  súbita viene a la mente la imagen de una dulce anciana sonriente, disponible que hacer todo lo posible para que su familia viva feliz, conocedora de los secretos de la buena comida, incondicional y afectuosa con los nietos, a quien se los puede encargar cuando los padres deben atender su vida laboral o social…. Conocedores de su entrega incondicional al trabajo de casa que han ejercido durante toda su vida por amor infinito a su familia….

Nadie podría dudar que ellas se derriten y desviven por sus nietos y que les proveen de todo lo que a ellos les gusta y que criarlos es volver a vivir la crianza de sus propios hijos.

Cuando pienso en aquella realidad me parece estar de frente a personas a quienes se las ha clasificado como seres de serie B, incapaces de asumir por su voluntad el rol que deban vivir como producto de su propia elección.

 

 Las relaciones sociales y  de familia han evolucionado, se trabaja respecto a los derechos de los niños, se apoya la inserción de la mujer en la sociedad, se trabaja por los derechos de los grupos minoritarios o vulnerables, pero creo que NO se ha reparado de manera suficiente en el rol de las ABUELAS, porque la sociedad  necesita personas confiables que den el equilibrio necesario a una sociedad que está viviendo un tiempo de profundas transformaciones sociales, laborales o culturales.

Ellas tienen aun el rezago de la mujer tradicional, que asume con resignación su rol de mártir, sin voz, dispuesta a la negación y el sacrificio, pero ellas también están en proceso de transformación.

Una mujer que es abuela es un ser lleno de energía, con retos importantes en su propia vida, el alargamiento de la esperanza de vida así se lo permite, tiene a su disposición oportunidades laborales, artísticas, espirituales intelectuales, con capacidades  de alcanzar metas diversas, de conocer el mundo, de dar a su vida tantas y cuantas alternativas que le permitan vivir el otoño de su vida como producto de sus decisiones autónomas, libres y diversas a aquellas que la sociedad por siglos le ha otorgado.

 

 

Jorge Mora Varela