COMO ELEFANTE EN VIDRIERÍA

Cuando escucho algunas declaraciones de ciertos políticos ecuatorianos, creo que los líderes se comportan:

COMO ELEFANTE EN VIDRIERÍA

Esta frase define de manera gráfica a ciertas declaraciones de los líderes políticos en situaciones de tensión y de potenciales conflictos sociales en el Ecuador cuando se maneja de manera desprolija y desacertada, temas sensibles que afectan asuntos de interés colectivo, es el caso de los militares, el Hospital Oncológico (Solca) o de los fondos del seguro social, por citar unos cuantos.

La inteligencia emocional se define como la capacidad que tiene el ser humano para sentir, controlar y afectar los estados emocionales de uno mismo y su efecto en los demás.

Sobre todo tomar conciencia de como las emociones afectan los sentimientos de los otros, por ello es vital sobre todo para los líderes políticos adoptar una actitud empática con el mundo social. De los niveles de inteligencia emocional depende el éxito o fracaso de su gestión política y no solo de su capacidad e inteligencia matemática o lingüística.

 

Deben reconocer que las emociones son el mecanismo de defensa que desarrollan las personas para reaccionar con temor, rechazo e ira, cuando se ven afectados sus creencias o sistema de valores. Los líderes políticos deben tener conciencia de las emociones, pasiones y reacciones que pueden provocar en los pueblos y conocer del peligro cuando estas se desbordan y deben asumir una actitud básica de respeto para los colectivos humanos.

El Psicólogo Daniel Goleman en su libro Emotional Intelligence (1995) recomienda que algunas competencias emocionales, se las debe manejar lo mejor posible, sobre todo el autoconocimiento emocional o conciencia de si mismo y de manera especial las consecuencias que su quehacer, en este caso político genera en los demás, para reconocer los momentos y las reacciones más adecuadas de manera que puedan fijar y trabajar por objetivos y no crear obstáculos.

Desarrollar habilidades básicas del liderazgo positivo con alta inteligencia emocional en el sector político ecuatoriano es aún una asignatura pendiente, pues desarrollarla les permitiría a las autoridades afrontar y solucionar de manera adecuada y con el menor costo social posible las situaciones tensas o de conflicto que son los gajes propios de su quehacer cotidiano.

Jorge Mora Varela