COMO NACEN LOS SEMIDIOSES
A propósito de la muerte del ideólogo y fundador del grupo “Sendero Luminoso” Abimael Guzmán, el Perú se encuentra en la encrucijada de ¿Qué hacer con los restos mortales del líder senderista?, ¿entregárselos a su esposa y abrir la posibilidad de crear un lugar de culto o desaparecer sus restos a un lugar desconocido, para evitar crear una mitología alrededor de la tumba del líder político de la izquierda radical peruana?.
Parecería ser que una forma de mantener viva la imagen y el pensamiento político de los líderes se ve acrecentada cuando sus restos mortales se los puede mantener de forma física, esto facilitaría de alguna forma la vigencia del pensamiento del personaje como es el caso de Lenin en Rusia, de Mao en la China, de Evita y Juan Domingo Perón en Argentina, de Kim II-Sung y su hijo Kim Jong II en Corea del Norte entre tantos.
A diferencia de quienes no tienen una tumba sobre la cual levantar sitios de veneración e intentar borrar su huella de la memoria colectiva, como los de Adolf Hitler en Alemania, o del saudita Osama Bin Laden en Afganistán.
Cuanta fuerza tienen algunas de las figuras de la política no solo en su período de vida, sobre todo con la muerte la exposición de sus cuerpos o sus tumbas se convierten en lugares de peregrinación, o de perpetuación de su pensamiento político o ideológico.
El cuerpo del presidente venezolano Hugo Chávez, no alcanzó a ser embalsamado, sin embargo, su mausoleo es lugar de culto, de peregrinación y de referencia a su pensamiento y legado. El italiano Benito Mussolini, que fue fusilado, apaleado, y colgado y cuyos restos desaparecieron durante varios años, pasado por conventos, iglesias y hasta vehículos de transporte, hasta que fue trasladado al cementerio de San Cassiano, en Predappio, para convertirse su tumba en toda una atracción turística.
En fin, algunos personajes influyeron de manera determinante en la construcción de la historia de sus pueblos, de sus países o del mundo y quizá sus tumbas los mantienen en la memoria colectiva, los han eternizado o los mantienen tan vigentes como lo hacían cuando estaban vivos. Esto explicaría por ejemplo en el empeño de algunos historiadores que porfían por ejemplo en encontrar la tumba de Alejandro Magno a más de dos milenios de su muerte.
El Perú, a propósito de la muerte del ideólogo y fundador del grupo “Sendero Luminoso” Abimael Guzmán, aprobó la cremación de los restos mortales de los sentenciados cabecillas o miembros de la cúpula terrorista que fallezcan en prisión y la dispersión de las cenizas en tiempo y lugar de naturaleza reservada”, en su intento de borrar de su historia períodos de muerte y de dolor sobre todo a su población civil, víctima inocente del fanatismo político.
Así es la paradoja de la historia que de vez en cuando con algunos de sus líderes más relevantes supera los límites de la muerte y los lleva al club de los semi dioses de la política universal.
Jorge Mora Varela
Imagen: Políticos famosos preservados