LA CANTALETA HISTÓRICA DE LOS PROGRES DEL SIGLO XXI

Hace algunos años, en la universidad, le pregunté a mi compañera de trabajo de origen anglo-europea: Desde tu perspectiva ¿Cuál es la mayor debilidad de los latinos?, y ella sin dudar respondió: A ustedes les fascina QUEJARSE.

LA CANTALETA HISTÓRICA DE LOS PROGRES DEL SIGLO XXI

Los Nicolás Maduro en Venezuela, los Pedro Castillo en el Perú, los López Obrador en México, entre otros, como si todos ellos se hubiesen educado con los argumentos de sus patéticas telenovelas, insisten en la cantaleta del colonialismo europeo que llegó hace más de 500 años, para masacrar, saquear, robar, arrasar y esclavizar toda la América”, y le pide a la Iglesia católica y a la monarquía española que se disculpen por "las atrocidades" cometidas en contra de los pueblos originarios. Rídículo al que se ha sumado el norteamericano Joe Biden en un alarde de ignorancia supina.

Y para colmo, el Papa Francisco (latino), les sigue el juego al club de progres y pide perdón por los “pecados cometidos en la Conquista española…”

 

No sé si lo que buscan los líderes políticos es “conseguir un estado de desahogo emocional” o vivir y disfrutar con la manía de victimizarse o buscan en la cantaleta, la excusa perfecta para desviar la atención de sus problemas o limitaciones.

Es público y notorio que los progres del siglo XXI tienen como premisa “culpar a otros” de cualquier cosa y jamás ser los responsables de algún fracaso, es más “de nada” y con el adicional de ser latinos les queda natural vivir en la queja permanente que en este caso lleva más de cinco siglos.

Yo soy mestizo y me sentiría un estúpido si culpase a mis antecesores de mis fracasos o mis limitaciones. De hecho, me agrada indagar a mis antecesores, para conocerlos, para entenderlos y para explicarme, de ninguna manera para culparlos o perdonarlos o peor aún buscar a alguien que pida perdón por ellos.

Las evidencias históricas, documentales, científicas proponen una relectura de los hechos históricos, en todos los órdenes, al margen de los sectores poderosos e interesados en mantener “quejándose a los quejumbrosos” y negando el peso de las nuevas y necesarias reinterpretaciones de la historia, porque podrían afectar a sus intereses, como los que manejan los defensores del status quo o del indigenismo ciego y fanático.

Una visión diferente la podemos encontrar por ejemplo en las propuestas del escritor mexicano Juan Miguel Zunzunegui, o la de historiadora española María Elvira Roca Varea en una serie de libros y videos de YouTube, explican de manera didáctica, simple y contundente, no el hecho histórico de la llegada de los castellanos a América sino una interpretación plausible de este hecho, lo hacen cada uno a su manera con sus publicaciones en libros y en formato digital al alcance cualquier persona que tenga acceso al internet.

No podría pedirles a los líderes políticos del siglo XXI, a que los lean o los escuchen o al menos estudien y se informen, porque ellos usufructúan de los mitos morbosos de: nos violaron, nos robaron, nos saquearon, nos esclavizaron, ese es su perverso negocio con el que de alguna manera justifican su permanencia en el poder a costa del analfabetismo colectivo, aupado por su visión desde el poder político de sus países.

Pero los ciudadanos podríamos y deberíamos sacudirnos de los manipuladores a quienes solo les servimos si somos ignorantes, fanáticos y ciegos.

Los nuevos tiempos y la información libre del internet nos dan herramientas para liberarnos de quienes intentan conservarnos como los tontos útiles que los mantendrán en el poder, solo que para hacerlo debemos estar conscientes del daño que nos produce el placer y la manía de la queja y del poco apego que tenemos por la lectura.

Y mientras las personas y los pueblos disfrutemos del morbo y la carencia de lectura jamás nos libraremos de las sanguijuelas políticas que vivirán de manera larga y permanente a costa nuestra.

 

Este es el riesgo de vivir en la edad del “analfabetismo funcional y el infantilismo eterno”

  

Jorge Mora Varela

 

Imágenes:

Papa Francisco

Pedro Castillo

Maduro

López Obrador