Construcción Iglesia y Convento San Francisco
En abril del año 1875 se emprendió en la construcción del convento y la iglesia de San Francisco, de la cual su patrona era la "Divina Pastora". En este convento regían los padres Capuchinos, quienes también emprendieron en la construcción de un seminario que le permitiese a la población indígena tener hijos al servicio de Dios.
En 1875 se conformó una "Junta Preparatoria" integrada por Valentín Carpio (presidente), Tomás Fierro, Antonio F. Velasco, Facundo D. Acosta, Ramón Mafla, Octaviano Corella (secretario), a fin de abrir suscripciones y recoger cuotas con las que emprendieron la construcción de la iglesia y el convento para los P. P. Capuchinos, así como la adquisición de la imagen de la Virgen. .
Mediante carta del 8 de enero de 1875 la junta preparatoria solicita al doctor Antonio Tomás Iturralde, Obispo de Ibarra, la autorización para la construcción de la iglesia y el convento así como el envío de dos religiosos de la orden para empezar bajo su dirección.
El Obispo emitió un documento en el que hace conocer la aceptación a la solicitud y la emisión del decreto que publicaría en Tulcán el Vicario Foráneo, quien pasara al R.P. Superior de Capuchinos una copia del decreto firmado por el secretario de Cámara y Gobierno en Quito con fecha 9 de febrero de 1875. En esta acta firman Antonio Tomás, obispo de Ibarra y el secretario: José Nicolás Vacas.
Como era costumbre en Tulcán tanto la construcción de la iglesia, el convento y sus adecuaciones se dieron gracias a la colaboración de los ciudadanos. Así mismo para la adquisición del reloj de campana que se trajo desde Europa y se ubicó en la torre principal de la iglesia se pidió la colaboración de la municipalidad.
De las tantas remodelaciones que ha experimentado el interior y exterior de la iglesia los implementos que aún se conservan son: las campanas, una de ellas de 1881 traída desde España y la otra de 1959 trabajada en Ibarra, según las inscripciones que constan en ellas. Con gran tristeza hemos visto que la imagen de la Divina Pastora nombrada patrona de esta Iglesia por la ciudadanía de la época, ahora ya no se encuentra en el altar.
Para el año 2005 los frailes conventuales franciscanos remodelaron algunos de los espacios de la iglesia entre ellos: la estructura de las torres, el altar mayor, el presbiterio, los altares, los accesorios y los vitrales. Una de las imágenes que más adora la población es la de Jesús de la Divina Misericordia (copia de la pintura original que se encuentra en Polonia en el santuario levantado en su honor y que fue pintado en 1944).
Fuente: Blog Verónica Paguay Recalde