16 de DICIEMBRE 1913
Mi homenaje a la Unidad Educativa “Vicente Fierro” en sus 110 años de creación (1913-2023)
Haber vivido un cuarto de la vida, sobre todo en ese paso de la niñez a la juventud entre amigos y en las aulas y luego el paso de la juventud a la edad adulta entre mis alumnos en una institución educativa como el “Vicente Fierro” de la Ciudad de Tulcán, marcó mi vida a la manera de Antonio Machado y sus Cantares en la voz de Serrat, las huellas profundas que al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar, pero que embellecieron los años de mi juventud.
Con el paso de los años y desde balcones lejanos, puedo y debo reconocer que en el “Vicente Fierro”, en sus pasillos, patios, canchas, aulas y talleres se forjó y se formó para mí el concepto y la disciplina del trabajo.
El compromiso ciudadano de preparar y entregar a mis estudiantes los conocimientos que el estado demandaba de mí para los jóvenes, para sus familias y para la ciudad.
Es grato reconocer que el escenario “vicentino”, fue para mí una plataforma de realización personal y de libertad, en sus aulas y talleres.
Sin las tentadoras ataduras que pudieron desatar los complejos de sentirse superado por centenares de estudiantes que pasaron por mis aulas y que se proyectaron de manera generosa por la vida.
De los recuerdos más entrañables y significativos fueron cuando en algunas oportunidades con grupos de jóvenes estudiantes y en el 75 aniversario de la fundación de la institución educativa, con algunos de los profesores vicentinos, compañeros de trabajo pudimos mirar y admirar el mundo desde la cima del Volcán Chiles, yo sabía que ese emblemático lugar era la plataforma de lanzamiento para conquistar otras cimas, lejanas, complejas, diversas, y así fue, esa es la historia de mi vida.
Por esta razón, ahora cuando se celebran los 110 años de su creación, me permito enviarle a la comunidad “vicentina” un cálido saludo, pleno de gratitud, de admiración y de agradecimiento a mi cuna de educación secundaria y mi primer escenario laboral, dónde encontré las herramientas para la vida y dónde fui tan feliz.
Hoy en particular me siento afortunado por poder deciros con la perspectiva que regala el tiempo:
Gracias mi querida Unidad Educativa “Vicente Fierro”, por el aporte que transformó y embelleció mi vida
Jorge Mora Varela
Imágenes tomadas de:
Gral. Vicente Fierro, en: EnciclopediaDelEcuador