2020

EL 2020

LA POLÍTICA, LAS IGLESIAS, LA EDUCACIÓN FORMAL, LAS FUERZAS ARMADAS Y EL PERIODISMO.

El 2020 es un número simpático, quien le presidió, el 1010 sucedió hace 1010 años y el que le precederá, el 3030 lo hará 1010 años después.

Este juego del razonamiento matemático, me permite poner en evidencia la banalidad de los años, que solo faculta el conteo numérico de los giros al sol y que permite visualizar el trayecto de la vida de quienes de momento estamos vivos y que será irrelevante cuando llegue la muerte.

Las evidencias demuestran que todo el ritual del año viejo, los buenos augurios, la pirotecnia, supersticiones, para que la vida mejore de forma mágica con el cambio de año son inútiles, pero se hacen.

Apenas empieza el año, se reportan accidentes, crímenes, declaraciones de guerra, asesinatos de violencia civil en cualquier esquina o asesinatos ordenados por los líderes mundiales, violencia, odio, juicios, negociados, pactos vergonzosos.

Solo que en tiempos de la hiperconectividad, permite vivir en vivo y en directo cualquier tipo de acontecimiento, insulso o trascendente, con fuentes multilineales, atemporales, sin la posibilidad de verificación y censura la dinámica del mundo, sin pausa, sin tregua, de manera que pone en entredicho algunas de las ocupaciones como las de quienes ejercen la política, las iglesias, la educación formal, la milicia o el periodismo, que de alguna manera controlaban la opinión que debía llegar a las personas.

La política, las iglesias, la educación formal, las fuerzas armadas y el periodismo, todavía NO pierden el control total de sus orbitas de influencia, pero, se va deteriorando con celeridad. Esto hace que NO se puedan tener niveles aceptables y prudentes de gobernabilidad, credibilidad, disciplina y obediencia.

La política, las iglesias, la educación formal, las fuerzas armadas y el periodismo o se reinventan o están destinados a morir y si no lo hacen al mundo le esperan siglos de anarquía violencia y muerte.

La política, las iglesias, la educación formal, las fuerzas armadas y el periodismo deben repensarse y reinventarse con celeridad, para que puedan responder a los signos de los tiempos o serán en su medida responsables de los tiempos caóticos, violentos e indeseables que estarían por venir, a pesar de los millones, millones y millones de oraciones, buenos deseos o supersticiones que inundan las calles y los hogares cada vez que muere un año y nace uno nuevo.

 

Jorge Mora Varela