Me preocupa la ligereza y la miopía del tipo eurocéntrica con la que de los grandes medios de comunicación de occidente difunden los acontecimientos de Ucrania y Rusia. A la vista de ellos seguro se desata la III guerra mundial.
Veamos el patrón de conducta bélico de Vladimir Putin para tratar de entender su política exterior con los países de la ex Unión Soviética.
¿GEORGIA PUEDE SER EL ESPEJO DE UCRANIA?
Georgia que fue una república soviética es un país ubicado en la intersección de Europa y Asia en el mar Negro, luego de su independencia de la URSS en 1991, estuvo sumido en la pobreza, hasta la Revolución de las rosas que fue un movimiento pacífico y popular que en el año 2003, en Georgia llevó al poder al joven abogado educado e USA Mijaíl Saacasbilis, quien propuso una revolución liberal, que buscaba convertir a Georgia un paraíso del libre mercado, con bajos impuestos, máxima recaudación, con acuerdos de libre comercio y limpieza del estado que logró erradicar a miembros de la policía corrupta.
Tiene una política y las acciones pertinentes para convertir a este país en un destino turístico potente, y apunta a captar a los turistas rusos y turcos con campañas de marketing que posicionan a Georgia como:
- Visita a Tiblisi, la exótica capital de Georgia,
- Georgia, un paraíso seguro y barato a descubrir,
- Tiblisi, la bella capital de Georgia, entre Europa y Asia.
Fueron tan contundentes sus medidas adoptadas en Georgia por su joven presidente, que en su momento el primer ministro ruso Vladimir Putin amenazó con "colgar de las pelotas" al presidente georgiano Mijaíl Saakashvili.
No obstante, el cambio de gobierno en Georgia con el millonario Bidzina Ivanishvili quien es dueño de una fortuna que alcanzaría la tercera parte del PIB de Georgia.
Georgia negocia con la UE su producción de frutos secos y vino, es destino de moda para emprendedores digitales, además tiene acuerdos comerciales con la misma Rusia.
Vladimir Putin que intenta sostener y construir un eje de control político, militar y comercial en su zona de influencia, no le agradan los acercamientos de sus vecinos ni con la OTAN, ni con la Unión Europea y con frecuencia utiliza un lenguaje poco diplomático, como el que utilizó para amenazar a los separatistas chechenos con "tirarles a las letrinas".
Cuando Georgia pidió entrar a la UE, el primer ministro ruso exacerbó el ánimo de los separatistas georgianos y declaró la guerra a Georgia, hasta acercarse a la Capital de Georgia Tiblisi y bombardeó las ciudades anti rusas, hasta que el presidente francés Nicolas Sarkozy medió en el conflicto y se declaró la separación de Georgia y la independencia de dos territorios con mayoría pro rusa: Osetia del Sur y Abjasia.
La misma historia que en Ucrania, cuando este país mira hacia occidente, Vladimir Putin exacerba a los movimientos separatistas, se acerca a Kiev y bombardea a las ciudades anti rusas hasta que posiblemente el presidente francés Emmanuel Macron medie en el conflicto, se desmiembren de Ucrania los territorios prorrusos que están en la región del Donbáss: Donetsk y Lugansk.
Y Putin construya la superpotencia que le ha ofrecido a su pueblo, ante la mirada desconcertada de occidente, que se asusta, interpreta desde su ombligo el conflicto. llena pantallas y periódicos con medias verdades que escandalizan al mundo occidental y sea incapaz de decodificar de manera adecuada los conflictos de Putin y quienes osen mirar hacia occidente.
Y si para lograrlo el presidente Putin deberá amenazar al presidente Ucraniano Zelensky, ¡lo hará!, no se si con "colgarlo de las pelotas" o cualquier otro attacaso de violencia, pero de alguna manera se entiende que el presidente ucraniano se sienta amenazado de muerte.
Jorge Mora Varela.
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