ASÍ HABLAMOS LOS MIREÑOS - PRÓLOGO

Así Hablamos los Mireños

PRÓLOGO

Presentación del Libro “Así hablamos los Mireños
Teatro León Ruales Mira

Al ser los mireños hispano hablantes o castellano hablantes por la lengua que llego a América allende los mares con la conquista y colonización, influenciada también por el quichua, lengua de los Incas que llegaron allá a inicios del siglo XV y que según la historia conquistaron Quito y se extendieron hasta el río Angasmayo en la actual Colombia, además por los negros traídos del África también durante la conquista y colonización; este es el proceso de mestizaje, que también se evidencia en el lenguaje de los habitantes de todos los pueblos de la Patria Grande, y con el pasar del tiempo algunas palabras han desaparecido, otras aún se hablan y son palabras del español antiguo, también se han venido formando palabras nuevas que le identifican, le dan ese tono de ser únicos e irrepetibles en el contexto planetario.

El crecer en una familia mireña en “la casa materna” de muchas generaciones anteriores, mi bisabuelita, mi abuelita, mi mamá, mis tías y tíos, mis tíos abuelos, hizo que yo vaya aprendiendo durante toda la vida cualquier cantidad de palabras algunas veces raras, otras únicas; cuando fui a vivir y estudiar en la ciudad de Quito, allá en el siglo anterior, a mis compañeras de clase les parecía anormal mi forma de hablar, ellas hablaban en “quiteño”, luego cuando fui maestra tanto en  escuela  como en el colegio, a mis alumnas y alumnos  también les parecía raro mi vocabulario, después con el pasar del tiempo se fueron familiarizando, no les quedaba de otra, o aprendían o no me entendían y lo más importante para ellos fue aprender.

Si usted querido lector, es mireño, las palabras le serán familiares, pero si es de otro punto de la geografía carchense, ecuatoriana o planetaria, va a encontrar en este pequeño compendio, palabras con sabor a Mira; y si pasa por esta tierra va a escuchar en el hablar diario de las personas grandes quienes preferentemente en su lenguaje coloquial conservamos todavía muchas palabras diferentes a las de otros lugares, aunque hablemos castellano, este tiene un acento especial, tanto en su sonido como en su palabra hablada.

Aquí una pequeña muestra de ese nuestro castellano o español con sabor a Mira, el de ayer, en algunos casos el de hoy si es que queda algún resquicio en la memoria de las personas grandes de este pueblo o de los mireños que salieron de este rincón carchense:

 

ASÍ HABLAMOS LOS MIREÑOS

Voy a relatarles la vida de los mireños del pasado reciente, el de ayer, espero no ACHILARME ni que me agarren los CHIRINCHES:

Los mireños son AGRACIADOS, ALHAJITOS, ALENTADOS, para contar un chiste tienen CACHAZA; no son ACEDOS, ni APOLTRONADOS; algunas veces están MEDIO IRISOS, pero pronto se ACARILLAN y siguen su vida normalmente, arman PATIOS  y  FARRAS en los que tocan la BIGÜELA, cantan, bailan, se divierten y celebran el CUELGUE a los santos o santas, para agradecer a los invitados, se les da un cafecito calientito, hecho en CHUSPA, esta, colgada en el MUCHACHO, se acompaña de sabrosísimas COSAS SECAS.

Los mireños en su mayoría agricultores CACHACOS, CARILLAS, que elaboran al comienzo de cada año un calendario lunar basado en las CABAÑUELAS, para su trabajo en el campo emplean el CHAQUÍN, la PALUNRA, y para coger el maíz utilizan la TIPINA; como el terreno es bueno, las matas de porotos y alverjas siempre están CHUNCHITAS, cuando acaban las cosechas, los vecinos van a CHUGCHIR,  A CHULAR;  cuando cosechan papas, las amistades van a GUANLLAR, llevando un cuicito asado, un queso o cualquier otra delicia de la culinaria mireña; colocan lo cosechado en un CACHERO para completar el TERCIO y luego la CARGA; las mujeres van  a dejar el almuerzo a sus maridos, y para que este llegue calientito caminan a toda CHAPESCA; también hacen CHOGLLOTANDAS, y para cocinarlas al vapor las colocan sobre una cama hecha con TUCTOS sobre la paila de bronce y en TULPA, se  prende el fuego con ayuda de la PUCUNA y se lo aviva con CUPAS y SARAPANGA.

Las mujeres hilan la lana para hacer cobijas, chalinas, JERGUETAS; para lo que colocan el GUANGO de lana en el TULUR, emplean el SIGSE y el PIRURO; también hilan el algodón que se produce en el valle de Itazán, para hacer las mantas y elaborar los ALPARGATES, para completar la POSTURA del diario con TERNO DE CHILLO, y así sus maridos, hermanos o hijos, luzcan FAITES, luzcan FUTRES. Mantienen las costumbres heredadas de sus mayores, entre otras hacen el CHAMPÚS, para lo que colocan con muchos días de anticipación el ACEDO en el TALO, hacen el pan de finados, para que leude emplean CONCHO: hacen el BASTÓN y luego reparten en porciones pequeñas, TACLLAN y LABRAN el pan, lo colocan en el TANGÁN para que madure; hacen BOTADAS o MESTIZOS, LAS PASPAS, EL PAN DE HUEVO, LAS EMPANADAS DE CARNE, LOS BUÑUELOS, la ROSCA para rezar a los difuntos. En el arte culinario preparan manjares como el AHOGADO para servirlo con papas, yucas o camotes, la CHANFAINA, la JAUCHA de bledos, el CARIUCHO, el REPE

 

 

 

Rosa Cecilia Ramírez Muñoz

Tomado del Libro “Así hablamos los mireños”

Foto: Marco Manosalvas