Carchense en la historia contada, era sinónimo de rebeldía, coraje, lucha, sacrificio y sabiduría. Pero poco a poco fuimos olvidando esos valores, esas características que nos dejaron nuestros ancestros.

Los escenarios muestran que somos un pueblo olvidado por los gobiernos de turno, de ahí que nos hayamos desenvuelto, aislados de la planificación nacional, lo que ha determinado que incluso nos denominen “zona deprimida”, llevándonos a sucumbir en la desesperación, la desmotivación y la falta de compromiso para el trabajo diario.
Estas semanas hemos vivido una hazaña deportiva que se convierte ya en leyenda, el ciclista Richard Carapaz ha hecho que volvamos a soñar, a emocionarnos, a recordar que somos carchenses y a valorarnos como tales.