"Si querés llorar, llorá. Está bien llorar de alegría"

"Si querés llorar, llorá. Está bien llorar de alegría".

Y ese mensaje de la transmisión caló en tierras norteñas. En cuanto Richard Carapaz se consagró en la Edición 102 del Giro de Italia, lloró su gente, lloró Tulcán y de seguro, el Ecuador entero y Latinoamérica.

Entre la multitud estaba Marcela, hermana de la #LocomotoraDeCarchi, quien se contenía entre emociones y lágrimas. "Dale ñaño, dale. Vamos mijo...", decía a viva voz aunque su tono quedaba corto ante el griterío que se convocó en el Mercado Plaza Central de Tulcán.

En cuanto #Richie cruzó la meta, Marcela se quedó atónita. No sabía qué pasada hasta que volvió en sí. Abrazos, vivas y más lágrimas cayeron sobre ella; Carapaz hizo historia en el Giro, un carchense hizo historia en el mundo.

En otro espacio de la Plaza estaba don Julio Imbacuán. Sobre su mano, la bandera del Carchi que flameaba lentamente. La ex gloria del Ciclismo Ecuatoriano se consumía en silencio y solo descargó sus emociones cuando Carapaz derramó lágrimas. "Tulcaneños, tenemos que recibirlo con un incentivo económico", avivó a las masas.

¡Qué locura! Cada vez que Carapaz salía en la pantalla gigante, la gente... su gente deliraba. Ya no había espacio en el Mercado y era momento de salir a las calles para festejar a nombre del campeón. El cielo de Tulcán también hizo lo suyo, pero no detuvo la pasión que los carchenses tienen por los "caballitos de acero".

Empezó la lluvia y arrancó la caravana. El cielo de Tulcán se sumó al festejo. Pitos, tambores, banderas, globos, cintillos, afiches... adornaban las calles. La prensa nacional e internacional también estaba envuelta en lágrimas; no era para menos. Carapaz, el que utilizó la estrategia de la humildad por más de 3 546,8 kilómetros, puso a todos a soñar en grande, con la diferencia, que ese sueño se hizo realidad.

Gracias Carapaz por la lección. En Italia hablan de un pastuso que puso en vilo en Vincenzo Nibali y Primoz Roglic; que empujó a Mikel Landa y que voló con "Superman" López. Mientras que en Tulcán, Capital del Ciclismo y Cooperativismo, solo podemos decir:

Gracias Carapaz

 

Por. Milton Froilán Jimenez

Foto: Marco Villacorte - Tulcán Online