NOS ENAMORAMOS DE LA PROFESORA DE LA ESCUELA “11 DE ABRIL”
En Tulcán, conocí la noticia de que la Escuela “11 de Abril”, donde compartí seis años de mi vida estaba abandonada y que los alumnos se fusionaron con la Escuela Cristóbal Colón.
En esa escuela hay muchos recuerdos y unos que perduran son los de mi profesora que muchos alumnos de ese centro educativo se van a identificar.
Este es un relato que guarda memoria y nostalgia.
Su verdadero nombre está oculto en mi corazón.
La profesora Rosita María abrió la puerta del aula escolar; los niños guardamos un silencio sepulcral.
Recorrió el camino hasta su escritorio mientras sus tacones sonaban, tac, tac, tac. Separó su caja de maquillaje y ocultó su cartera café en el cajón de su escritorio.
Todos, con la boca abierta, la miramos detenidamente. Tomó su lápiz labial, pintó su boca despacio, resaltando sus formas, y luego nos tomó lista con su pintalabios, apuntándonos como si fuera una metralleta. Nos enamoró a treinta niños de seis años.
Fue a primera vista; todos encantados con su voz, su mirada, su piel, el cabello, y su dulzura.