Los Tres Consejos.
Un hombre estaba decepcionado de la vida. Para apaciguar a su corazón emprendió un largo viaje sin ninguna brújula. En un camino un tanto extraño, encontró con un anciano que le hizo una propuesta: entregarle tres consejos a cambio de todo el dinero que llevaba. El hombre aceptó.
Mientras seguía su camino, encontró un atajo que lo llevaría más rápido, pero se acordó del primer consejo que había comprado:
"No andarás por caminos extraviados"
y siguió por el Camino Real tranquilamente. Al llegar al lugar donde terminaba el atajo, se enteró de que unos asaltantes habían matado a un hombre, el viajero pensó: estuvo bueno comprar el consejo.