LA NAVIDAD Y LA NOSTALGIA

LA NAVIDAD Y LA NOSTALGIA

 

Desde que nació mi hogar arreglar la navidad en casa siempre había sido una fiesta,

solo que desde hace unos cuantos años va ganando espacio la nostalgia.

 

Los muchachos han crecido y con ellos el tamaño de sus pasos,

y el horizonte donde ponen su mirada.

 

Nuestros padres han partido y con ellos su amor incondicional y el placer de su compañía,

y es un horizonte lejano donde ahora tienen su morada.

 

Nuestros amigos han descubierto de la mano de sus hijos otros mundos,

y el horizonte donde ellos atesoran nuevos paraísos.

EN LA VÍA QUE LLEVA A LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE GUANGOPOLO, CERRARON CON MALLA, PUSIERON CANDADO Y YA.

EN LA VÍA QUE LLEVA A LA CENTRAL HIDROELÉCTRICA DE GUANGOPOLO, CERRARON CON MALLA, PUSIERON CANDADO Y YA.

Uno de los tesoros más grandes del ser humano es caminar con libertad y hacerlo por los senderos del lugar dónde se habita, no solo es un placer, sino un derecho.

Me llama la atención la decisión de cercar, poner seguridades y bloquear el paso en la vía que conecta el camino a Lumbisí, Guangopolo, la Armenia, en la casa de máquinas de la Central Hidroeléctrica, sin importar que estas poblaciones quedan bloqueadas al paso de las personas (habitantes del lugar, trotadores o ciclistas) habituales del lugar.

Porque en la vía que lleva a la Central Hidroeléctrica de Guangopolo, cerraron con malla, pusieron candado y ya.

HEMOS ENVEJECIDO QUERIDO AMIGO

SIMÓN

HEMOS ENVEJECIDO QUERIDO AMIGO

 

Tu y yo,

hemos envejecido querido amigo,

cuando nos ganó el tiempo,

mientras éramos felices,

entre correrías, charlas, y tardes en silencio.

El amor y el dolor de la melancolía

Un homenaje de admiración al hombre de hierro, al que, la ausencia de su compañera lo convirtió en un ente de cristal.

 

El amor y el dolor de la melancolía

 

La vida del hombre había devenido triste,

sin sabor y sin sentido,

así lo declaraban sus hombros caídos y,

su mirada sin brillo y sin horizonte.

 

CUANDO YO MUERA QUISIERA UN PARAÍSO PARA SER FELIZ, NO PARA ESTAR CONTENTO.

Para mi muerte, NO me seduce la oferta del paraíso del Dios de los Cristianos.

 

CUANDO YO MUERA QUISIERA UN PARAÍSO PARA SER FELIZ, NO PARA ESTAR CONTENTO.

 

Un pensamiento inevitable, y recurrente en tiempos de pandemia es el de la muerte.

Ah… si solo fuera la muerte, pero el mundo cristiano que me ha rodeado toda mi vida me ofertó la idea del paraíso, la fe de mi pueblo y la fe de mi madre me hablaron de alcanzar la salvación eterna como el máximo de la vida.

NO me agrada la idea pasar la eternidad un misterioso lugar al que llamamos cielo, que se sospecha que está arriba, así lo dijo Dante en la Divina Comedia, de color blanco, ubicado entre nubes, con música celestial, rodeado de ángeles, una especie de guardianes halados, como si la eternidad la tuviese que pasar en modo de unas eternas vacaciones monótonas, insípidas, que vaguen entre el tedio y el hastío.