¿Tulcán puede ser un pueblo mágico?

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¿Tulcán puede ser un pueblo mágico?

 

Tenemos el Cementerio Azaél Franco,

 

¿eso es suficiente?

 

Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene recursos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, peculiaridades culturales, que pueden ser utilizados como una oportunidad para el desarrollo turístico.

Pero, tenemos el Cementerio Azaél Franco, ¡eso es suficiente!

No lo es, es una oportunidad para desarrollar productos culturales complementarios que tienen que ver con el aprovechamiento potencial de la GRAN oportunidad que genera el cementerio municipal.

Las costumbres funerarias son expresiones simbólicas de los valores de una determinada sociedad. Por eso me resulta chocante que los ritos se los destruya sin sentido por la falta de valoración de lo que representa o de la incapacidad para entender los que los visitantes quieren ver.

Los otavaleños comercializan sus productos con sus trajes típicos, porque si no lo hacen el comprador no los demanda.

¿Tulcán quiere ser un pueblo mágico?

Los pueblos que asumen un comportamiento cultural, asumen un rol actoral, actúan en función del rol de la ciudad, por esta razón, por ejemplo, terminar un velorio y subir el ataúd a una camioneta y llevar el cuerpo a toda prisa y sin respeto al ceremonial al cadáver a la misa y de allí cargarlo al cementerio, es no entender el valor simbólico del rito.

Si se quiere tener productos culturales, para venderlos en el mercado turístico internacional, los pueblos deben tener un “pacto social”, que involucre a las autoridades, educadores, escritores, artistas plásticos, actores económicos, jóvenes, fotógrafos, camarógrafos y toda la población, que conozcan su cultura, la aprecien y la defiendan, la engalanen, para que asuman un rol frente al mundo cercano y lejano que se unen a través del internet y frente a los cuales hay que mostrar una imagen definida y atrayente.

Capadocia, globos gigantes,

Durham es Harry Potter,

México es entre otras, La virgen de Guadalupe, mariachis y la industria artesanal alrededor de la muerte con “las Catrinas”,

Jerusalén es turismo religioso,

¿Tulcán es su cementerio?

Y estas ciudades actúan en consecuencia y  participan con pasión de este rol que asumen frente al mundo, lugares, ritos, ceremonias, transporte, hoteles, restaurantes, guías, industria, talleres artesanales, comerciantes, medios de información turística, promotores, publicistas, autoridades visionarias, servicios bancarios amplios y eficientes, ciudadanos solidarios y comprometidos.

Tulcán como ciudad tiene tres elementos constitutivos, es un polo de comercio, con potencialidades turísticas y es una urbe para vivir, estos tres componentes deben convivir de manera complementaria y armónica.

Tulcán NO es un pueblo mágico aún, pero podría llegar a serlo, si existe un acuerdo social integral para lograrlo, pero debe partir de consensos y de la decisión colectiva para trabajar en su construcción con el aporte de todos sus actores.

Solo así se podría alcanzar la categoría de “Pueblo Mágico” y aprovechar de esta gran iniciativa nacida en México y que la adoptó el Ecuador, es generadora de empleo, desarrollo industrial, artesanal, educativo, artístico y financiero para los pueblos que la puedan aprovechar de manera inteligente y oportuna, si es que entienden lo que implica involucrarse de manera decidida y comprometida con el rol que asumen las ciudades frente al mundo en el corto, mediano y largo plazo.

 

Jorge Mora Varela