LA INSOPORTABLE MANÍA DE QUEJARNOS POR TODO
Hay fechas como la del 12 de octubre en la que muchas personas sacan a relucir la “insoportable manía de quejarse por todo”.
Lo que pasa es que nos robaron, nos asaltaron, nos violaron…
En las conversaciones políticas: Es que nos engañaron, nos robaron, nos mintieron….
En la escuela: Es que nos vieron la cara, es que no tenía señal de internet, es que se colgó la computadora, es que justo se fue la luz…
En el futbol: Es que nos robaron, es que el árbitro, es que no usaron el VAR, es que no era penal…
No sé de dónde nos viene la “insoportable manía de quejarnos por todo”, y lo hacemos como una conducta colectiva y eso nos inmoviliza como sociedad.
Es como si lográsemos el gran acuerdo nacional: Practicar la “insoportable manía de quejarnos por todo” y eso nos unifica, nos identifica y nos legitima, porque de no hacerlo pareceríamos antipatriotas, anti-ciudadanos, anti racionales.
Es obvio que quejarnos no nos conduce a nada, es un hábito inútil, pero es placentero, atávico y catártico.
Esta manera de ser y de actuar parecería hablar de una sociedad insatisfecha, vacía, pobre de amplitud mental porque no lee, faltos de fuerza de carácter porque la naturaleza no nos exige.
Podría ser un comportamiento heredado, pero no sabría decir de quien o de quienes, no sé si de los europeos que se encontraron de casualidad con estas tierras jóvenes, no sé si de los pueblos originarios, que se vieron interrumpidos en sus procesos histórico natural o propio del mestizaje, que generó una especie de hibrido cultural, propio de los mestizos parecidos a todos y a nadie, sin raíces históricas claras, indefinidos y rechazados por los propios y por los recién llegados.
Los practicantes de la “insoportable manía de quejarnos por todo” somos personas y colectivos que disfrutamos de la queja como una forma de autocomplacencia que nos ayuda a desenmascararnos y dejar escapar las carencias socio culturales expresadas en el deporte nacional “insoportable manía de quejarnos por todo”.
Oye, pero los europeos llegaron a estas tierras hace más de 500 años, ¡ya supéralo!, o al menos deja de quejarte.
Jorge Mora Varela