EFECTO DEL ENEMIGO COMÚN

Historia Visto: 1693

Una lectura obligatoria en tiempo de PANDEMIA

Daniela Mora Santacruz presenta:

 

EFECTO DEL ENEMIGO COMÚN

“The Robber´s Cave Experiment”, es un famoso experimento social que se realizó en 1954 en el Estado de Oklahoma, cuyo fin fue el estudio del origen del prejuicio en los grupos sociales.

Muy al estilo de El Señor de las Moscas, un grupo de 22 chicos, con edad promedio 11 años y experiencias de vida similares, fueron asignados en 2 grupos, en áreas distintas y alejadas de un campo, con el fin de que, en un inicio no supieran de la existencia del otro. De acuerdo a los registros del experimento, los investigadores cortaron los vínculos de amistad preexistentes al interior de cada grupo y después de dos o tres días, ya se habían desarrollado jerarquías sociales internas.

 

Una vez divididos, y ya con conocimiento de la existencia del otro, la hostilidad no tardó en aparecer e incrementarse de manera exponencial, volviendo la convivencia peligrosa en muy poco tiempo, lo que obligó a los investigadores a dar por terminada lo que se llamó la segunda fase o de hostilidad; y aplicar “metas súper ordenadas”, para disminuir la fricción y promover la unidad. Se les asignaron tareas que requirieron la cooperación de ambos grupos, ya que de otra forma no podrían ser completadas y ¿qué creen que sucedió?

El estudio demostró la facilidad con la que los seres humanos somos susceptibles al comportamiento hostil, pero también, que tenemos capacidad de conceptuar y discutir metas suspendiendo rivalidades en pro de alcanzarlas.  

Dicho concepto trasladado a la posibilidad de un ataque inminente, se conoce como el “efecto del enemigo común”, un cliché del séptimo arte, al que se recurre cada vez que una fuerza alienígena invade la tierra y amenaza con destruirnos. Todas las naciones olvidan problemas, rencillas, acuerdos de libre comercio, negociaciones de deuda externa y bonos del Estado, y se concentra en enfrentar la amenaza o al menos echarle porras al chullita que promete llevar al mundo hacia una era de armonía y prosperidad horizontal. 

En el contexto de la pandemia “The Robber’s Cave” se repite cada día, con un campo de batalla ampliado y conejillos de indias dotados de herramientas digitales. Los grupos se forman de manera espontánea y todos parecemos estancados en la segunda fase que volvió la vida peligrosa. El enemigo común se ha vuelto invisible y poderoso, no es lo que a primera vista parece evidente y nos ha convencido de que el verdadero adversario a vencer es aquel que nos mira con recelo desde el otro lado del campo mientras intenta sobrevivir y dado que nuestra caja Petri tiene una ventana con capacidad de visión limitada, nos impide cuestionar al sistema que logró ponernos a diferentes alturas en un piso horizontal y nos mantiene ocupados buscando mecanismos de ataque frontal, mientras se sirve de nosotros y nuestros microcosmos de odio. 

Nos llamamos “estúpidos”; “aldea”; “mal chiste”; hasta “resentidos sociales” y no nos acercamos ni someramente a la raíz del problema porque pensamos en los males que nos aquejan como conceptos etéreos, casi mágicos, salidos del Macondo de Márquez e instalados en el gen del realismo mágico que todo latinoamericano lleva consigo, dejando de lado el análisis que implica que quizá, más allá de las circunstancias morales y personales a las que nos vemos enfrentados cada día, nos movemos dentro de un sistema diseñado para separarnos, odiarnos y temernos. Por fin aquello que de que los árboles nos impiden ver el bosque cobra sentido y me atrevo a decir que además pretenden talarnos la empatía.

Si esto fuera una película donde un gran alienígena quisiera esclavizarnos, seríamos nosotros los que nos propináramos el primer azote. Entonces ¿qué procede?

Pues, cuando los niños del experimento se dieron cuenta de que necesitaban del otro grupo para cumplir con las metas propuestas, la hostilidad cesó. Al final decidieron regresar a casa todos juntos en el mismo autobús, ojalá que también nosotros lo logremos un día.

 

https://medium.com/@moritasanta/

 

FIN.