La Casa Internacional de Calle Larga

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LA CASA INTERNACIONAL DE CALLE LARGA

Por: Ramiro Cabrera Revelo

Yo me llamo Edelberto Portilla Bustos nací en el año 1935 tengo 85 años de edad, nací en las faldas del cerro Cumbal, a los tres años salí a vivir a Ipiales, después a los 17 años me fui al ejército siendo parte de un contingente que me llevó al conflicto armado. En el ejército estuve tres o cuatro años, pero no me quise quedar de ninguna manera y vine aquí, es que el dueño de esta finca me apreciaba, fue una buena decisión ya que conseguí a mi compañera, se llama María Cleotilde Rosero Rosero de Portilla, tiene 72 años, ella es ecuatoriana nacida en Calle Larga, me casé cuando tenía 25 años y ella apenas 15. La casa en que estamos ahora la construyó el antiguo dueño de la finca que tenía en Ecuador y Colombia, la finca era una sola, pagaba los impuestos en Colombia y en el Ecuador. En 1946 fijaron los límites.

“Cocinamos en Ecuador y vamos a dormir a Colombia”

Esta es una casa internacional, ahorita usted está sentado en Colombia y nosotros en Ecuador, por la esquina por donde está ese calefón por ahí pasa la línea divisoria, el platerito y todo eso está en el Ecuador, el agua está en el Ecuador, el dormitorio está en Colombia.

De nuestros 10 hijos dos nomás son colombianos la menor y el más viejo, los otros son ecuatorianos, sin embargo, no tienen la doble nacionalidad al igual que yo no la tengo, aunque podría porque soy casado por la iglesia y por el civil en el Ecuador. Pagamos la luz y el agua en el Ecuador, el impuesto predial en Ecuador y en Colombia, en ambos lados. La propiedad del lado colombiano tiene cuatro hectáreas y media; del lado ecuatoriano, lo que tengo es esta cuadrita nomás y una parte de la casa.

Yo fui de la junta de acción comunal muchos años aquí en Calle Larga, me he preocupado porque estos postes de hormigón del alumbrado eléctrico solo eran postes de madera y después unos señores ecuatorianos doctores, me ayudaron, me dijeron no importa que usted sea colombiano si el pueblo lo ha elegido, tengo cédula colombiana pero he vivido toda la vida aquí.

¿Ustedes cómo se sienten ecuatorianos o colombianos?

Cómo me puedo explicar, si se ofrece una cosa en Ipiales vamos a Ipiales si es en Tulcán vamos a Tulcán. Ecuador y Colombia es lo mismo. La gente nos trata de vecinos, ellos saben propiamente que nosotros vivimos aquí, si tengo que sacar la doble nacionalidad me la darían porque me conocen que yo no soy mala persona, yo he sido una persona a ratos indefensa.

Hubo una autoridad que puso una zanja y quiso dividir la casa.

Hace 7 años, la gobernadora Laura Mafla dejó colgada aquí la casa, con los pilares flojos, tuvimos que reforzar con material, tuvimos que cambiar las pilastras después de los estragos hechos con los tremendísimos huecos que hizo hacer, una cosa es ver y otra cosa es conversar, al oriente las zanjas que hizo son hondísimas, esto dañó la finquita. Me decían que demande por los daños ante las Naciones Unidas, después vinieron las dos partes de Ecuador y Colombia y me dijeron “no le pasa nada usted una buena persona”.

Oscar Montenegro presidente de la Junta Parroquial de Urbina nos cuenta este episodio:

Trajeron la retroexcavadora, ese monstruo digámoslo así en el patio de esta casa cerca del corredor, entonces estas casitas que son de tapia se mueven y empiezan a quererse caer, eso es lo que les obligó a los dueños a repararla y a sujetarla con algo, por eso le cambiaron las vigas en esa partecita.

¿Por qué vino la gobernadora a hacer eso?

Fue por tratar de controlar el contrabando, pero es algo absurdo que la gente piense que haciendo una acequia o un muro se va a detener a la gente, en cambio nosotros pensamos que los seres humanos no tenemos fronteras y debe de haber otros mecanismos de regular estas cosas, que se yo, coordinar el tema de los impuestos, dar facilidad para que la gente pueda hacer los trámites que no sean tediosos y no tratar de decir “yo voy a hacer una acequia, voy a hacer un muro”. Así no lo van a lograr porque la frontera es muy amplia, por ejemplo aquí en Calle Larga, ¿cómo pueden hacer una acequia?, si solo aquí tenemos una línea divisoria que es la quebrada que baja desde Pulcás que son dos kilómetros y medio, eso es algo absurdo, … yo pienso que lo ideal sería conversar con las personas, qué es lo que está sucediendo, cómo podemos colaborarnos de un lado al otro en el control pero no de esa forma, eso no funcionó y no va a funcionar.

El cuento del carro de la otra vida

Este camino va a Santa Fe en Colombia, es un camino de los Cabildos Indígenas, el cabildo más cercano es el de Yaramal. Este es un camino de herradura, antes como no había carreteras por estos caminos se iba, son puro callejones nomás.

Por aquí, por esta vía pasaba el carro de la otra vida era bien iluminado pasaba al lado de Colombia y daba la vuelta hacia el occidente se iba como al norte se lo veía como un tractor bien iluminado, salía a las 10 u 11 de la noche o talvez más, se lo veía que pasaba allá daba la vuelta y desaparecía.

Otra cosa es que ahí donde están los carros (en el camino a 50 metros de la casa) salía un espíritu a cogerlo a uno, entonces yo como no tenía miedo, estaba en el ciclo básico en Urbina y viniendo le dije a ese espíritu: No pues a mí que me vas a asustar. Cuando me entró un soplido y me mandó como unos 3 o 4 metros, es un espíritu, ¡vea como es!, ese soplido me zumbó, ha de haber sido las 12 de la noche yo solo vi un bulto que me tocó y me zumbó. Eso le cuento, claro que me enfermé un poco, pero uno mismo se curaba, se tomaba la agüita bendita, se tomaba un trago y se fumaba también.

¿Qué les pediría a las autoridades relacionado a mantener lo que es su casa, qué es lo que le hace falta?

Propiamente que deben colaborarnos a nosotros, aquí a Osquitar (Presidente del GAD de Urbina) le digo que nos tenga en cuenta, que también soy de aquí pues yo he luchado desde mi juventud, he conseguido tener aquí la luz y el agua, claro que yo serví en la comunidad de Calle Larga.

¿Usted estaría de acuerdo que esto sea declarado patrimonio cultural, que aquí se mantenga la casa y que tengan los turistas?

A eso no porque las cosas son distintas, aquí querían hacer una piscina para que vengan todos a nadar, no es pues. Aquí tenemos la casa que es internacional de ambos países, han venido, vinieron desde el Brasil que, aunque no crean y dijeron “esto no es una casa de dos países sino del mundo”, me fotografiaron. 

Oscar Montenegro nos dice:

La idea sería que nosotros como Gobierno Parroquial les podríamos ayudar formulando un proyecto en donde se le pueda dar mantenimiento y que nadie les saque de su casita, que don Edelberto sea la persona que entretenga a la gente que viene, eso podríamos hacer si ustedes lo quieren podemos conversar.

 

 

Conversación realizada el 21 de febrero del 2020 en la casa internacional de Calle Larga, estuvieron presentes: Edelberto Portilla, Laureano Portilla y Oscar Montenegro.  

Entrevista: Ramiro Cabrera y Rosem Tamayo.

Fotografías: José Luis Arcos