“La Universidad y El Drake”

“LA UNIVERSIDAD Y EL DRAKE”

He tomado de la memoria de algunos tulcaneños la historia de una de las primeras cafeterías peculiares que tenía nuestra ciudad, si tú la recuerdas por favor haz un comentario.

Para todos aquellos que durante las primeras décadas del siglo XX escucharon hablar de la universidad en Tulcán, no tenían más que rememorar a dos importantes damas de la localidad hábiles en el arte de servir un buen café.

El café que en aquella época debía tostarse, molerse y colarse para poder ser consumido, era la especialidad de “Las Garrido”. Claro que cuando se arribaba a su cafetería se tenía que precisar si se tomaría con pambazo o como Drake; pero jamás mezclado con leche.

Un Paisaje Tradicional

Un Paisaje Tradicional

Casas de adobe, carrizo y paja. Típicas construcciones del norte ecuatoriano. Escenarios de un convivir afable y silencioso. Las moradas antiguas se caracterizaban por tener amplias salas con poca luz, al llegar la mañana se abrían las puertas y ventanas de madera para que se iluminaran los aposentos. Los biombos de madera y tela eran las exposiciones al público que en cada hogar cubrían el espacio que dejaban las puertas abiertas, como para mantener la intimidad del hogar.

La cocina era el aposento estrella de los hogares tulcaneños, los hornos de leña y los fogones permitían la elaboración del pan y cuyes asados. Las tardes de frío se superaban en la cocina de la casa. El olor de las casas pajizas era un aroma inconfundible a leña y pan recién horneado. El agua de panela con quesillo o el café en leche se servían en hermosas tazas de hierro enlozado. Nadie dejaba de comer un pambazo con queso amasado o tortillas de tiesto.

San Vicente y El Rosal eran aeropuertos improvisados

 

San Vicente y El Rosal eran aeropuertos improvisados

A inicios del siglo XX en el Ecuador se habían realizado ya vuelos aéreos, tanto en Quito como en Guayaquil los aerostatos (globos) sobrevolaron en distintas ocasiones el cielo; pero mirar volar un avión, era algo novísimo.

El Club Guayas de Tiro y Aviación, integrado por un grupo de jóvenes decididos a explorar el cielo e incursionar en la aviación, envió a Cosme Renella a prepararse como piloto a Italia en 1912; al mismo tiempo que el chileno Eduardo Molina Lawin visitaba nuestro país a bordo del primer avión que miraran los guayaquileños.

Cosme Renella regresó al país en enero de 1913 como piloto civil e hizo traer hasta acá un avión al que denominaron Patria I, el cual después de tres pequeños vuelos, dos de ellos desafortunados, fue embodegado por quedar inútil.

26 de Mayo 1971

26 de Mayo de 1971

¡Con el Carchi no se juega!

Era la proclama que después de largos días de resistencia pronunciaron los tulcaneños cuando el Gobierno de Velasco Ibarra tuvo que rever la pretendida imposición de la tasa de dos sucres a todo aquel que cruzara la Frontera Ecuatoriana Colombiana.

En aquella ocasión el pueblo decidió paralizar sus actividades como protesta a semejante decreto presidencial; aunque eso significó muerte, dolor, días de desabastecimiento y pérdidas económicas.

Es necesario recalcar que antes de tomar esta decisión se consideraron alternativas como el diálogo y las peticiones formales, todas ellas vanas ante el despotismo de un jefe de Estado autoritario y amenazante.

Construcción Iglesia y Convento San Francisco

Construcción Iglesia y Convento San Francisco

 En abril del año 1875 se emprendió en la construcción del convento y la iglesia de San Francisco, de la cual su patrona era la "Divina Pastora". En este convento regían los padres Capuchinos, quienes también emprendieron en la construcción de un seminario que le permitiese a la población indígena tener hijos al servicio de Dios.   

En 1875 se conformó una "Junta Preparatoria" integrada por Valentín Carpio (presidente), Tomás Fierro, Antonio F. Velasco, Facundo D. Acosta, Ramón Mafla, Octaviano Corella (secretario), a fin de abrir suscripciones y recoger cuotas con las que emprendieron la construcción de la iglesia y el convento para los P. P. Capuchinos, así como la adquisición de la imagen de la Virgen. .

Mediante carta del 8 de enero de 1875 la junta preparatoria solicita al doctor Antonio Tomás Iturralde, Obispo de Ibarra, la autorización para la construcción de la iglesia y el convento así como el envío de dos religiosos de la orden para empezar bajo su dirección.

El Obispo emitió un documento en el que hace conocer la aceptación a la solicitud y la emisión del decreto que publicaría en Tulcán el Vicario Foráneo, quien pasara al R.P. Superior de Capuchinos una copia del decreto firmado por el secretario de Cámara y Gobierno en Quito con fecha 9 de febrero de 1875. En esta acta firman Antonio Tomás, obispo de Ibarra y el secretario: José Nicolás Vacas.