HEMOS ENVEJECIDO QUERIDO AMIGO
- Jorge Mora Varela
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SIMÓN
HEMOS ENVEJECIDO QUERIDO AMIGO
Tu y yo,
hemos envejecido querido amigo,
cuando nos ganó el tiempo,
mientras éramos felices,
entre correrías, charlas, y tardes en silencio.
SIMÓN
HEMOS ENVEJECIDO QUERIDO AMIGO
Tu y yo,
hemos envejecido querido amigo,
cuando nos ganó el tiempo,
mientras éramos felices,
entre correrías, charlas, y tardes en silencio.
Un homenaje de admiración al hombre de hierro, al que, la ausencia de su compañera lo convirtió en un ente de cristal.
El amor y el dolor de la melancolía
La vida del hombre había devenido triste,
sin sabor y sin sentido,
así lo declaraban sus hombros caídos y,
su mirada sin brillo y sin horizonte.
Para mi muerte, NO me seduce la oferta del paraíso del Dios de los Cristianos.
CUANDO YO MUERA QUISIERA UN PARAÍSO PARA SER FELIZ, NO PARA ESTAR CONTENTO.
Un pensamiento inevitable, y recurrente en tiempos de pandemia es el de la muerte.
Ah… si solo fuera la muerte, pero el mundo cristiano que me ha rodeado toda mi vida me ofertó la idea del paraíso, la fe de mi pueblo y la fe de mi madre me hablaron de alcanzar la salvación eterna como el máximo de la vida.
NO me agrada la idea pasar la eternidad un misterioso lugar al que llamamos cielo, que se sospecha que está arriba, así lo dijo Dante en la Divina Comedia, de color blanco, ubicado entre nubes, con música celestial, rodeado de ángeles, una especie de guardianes halados, como si la eternidad la tuviese que pasar en modo de unas eternas vacaciones monótonas, insípidas, que vaguen entre el tedio y el hastío.
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Vaya para usted mi reverencia hermosa Daniela en este su día de cumpleaños, porque solo su existencia, de la mano de su hermano son el mejor regalo que me habría podido dar la vida.
HERMOSA DANIELA
Joan Manuel Serrat en esa magistral canción “Esos locos bajitos”, puso las frases estupendas para definir la vida, esa que transmite de forma irrefrenable, el legado que como PADRES, entregamos a nuestros HIJOS y lo hacemos como lo dice él:
Sin saber el oficio y sin vocación.
Por supuesto que fue un hecho maravilloso, engendrarlos, esperarlos, recibirlos, mirarlos, disfrutarlos y volverlos a mirar cada vez con más frecuencia desde el túnel del tiempo que son los álbumes de fotografías que se escapan de los viejos muebles de la casa.
A menudo los hijos se nos parecen
Así nos dan la primera satisfacción
…
Y así un día 10 de julio irrumpió en nuestras vidas y con la fuerza de un vendaval, una hermosa niña, de ojos vivaces, con la fuerza para imponer su presencia, sus modos y maneras.