EL HECHICERO DEL PÁRAMO

EL HECHICERO DEL PÁRAMO

 

Cuentan por ahí; mejor dicho, me lo cuento yo mismo, que hace muchos dilatados años atrás, los grupos indígenas gozaban de bienestar, paz, y alegría durante todos sus días. La naturaleza y ellos estaban en armonía; la tierra les regalaba bondadosamente muchos frutos, mucha comida vegetal deliciosa y las aguas cristalinas del cielo fecundaban convenientemente el suelo de los territorios Pasto.

 

Aquellos ancestros guardaban mucho respeto y amor por el padre sol y la madre luna; por el poderoso trueno que era la voz del dios misterio, entre otras dignísimas divinidades; mas sin embargo, no había entre ellos, hombres o mujeres de poder, más que los curanderos o adivinos. No existía aún, alguien que les comunique la voluntad de los dioses de una manera más clara y directa. Quizá el dios misterio reservaba algunas sorpresas para una historia que sería escrita muy después de aquel entonces.