EL ECUADOR EXIGE UNA EDUCACIÓN INTELIGENTE

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EL ECUADOR EXIGE UNA EDUCACIÓN INTELIGENTE

Durante una charla en los patios de la academia, una estudiante universitaria, afirmaba con total seguridad que el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa es el mejor presidente de la historia del Ecuador.

Cuando le pregunté el porqué de su aseveración, ella afirmó que el ex gobernante entre otras cosas, había creado la seguridad social y que él había dispuesto que los ricos paguen impuestos.

¡Plop….!

En un principio pensé que solo se trataba de un lapsus de la estudiante, pero cuando empecé a charlar con los y las muchachas de mi entorno académico, encontré que la visión que tiene las personas jóvenes acerca del mundo, del país, de la historia, difería de manera significativa de la mía.

Me parece que es el resultado de la educación del mundo occidental en el siglo XXI, la producción en serie de ciudadanos, económicamente rentables, eficientes, formateados para responder al mercantilismo y a la sociedad de consumo, llenos de información, híper conectados, con enormes cantidades de información “light” de corto plazo y desconectados de su entorno socio-cultural.

Una especie de cyber humanos, que deben ser alimentados y actualizados por los dueños del poder económico de manera permanente y con ello mantenerlos controlados, dóciles, dispuestos a aceptar sin chistar la tecnología, los gadgets, la información que los inunda, los ocupa y los limita a través de sus teléfonos inteligentes implantados en sus manos.

Entonces los dueños del poder tienen en los jóvenes a seres ideales: súper pilas, informados, ocupados todo el tiempo haciendo “nada” navegando por horas entre redes sociales en sus tiempo libre, mientras se alimentan e inclusive en clases, todos los días y a toda hora, dispuestos a no trabajar, sin oportunidades laborales, sin seguridad económica, sin visión de futuro, sin memoria de largo plazo, sin raíces, sin fundamentos, pero eso sí, dispuestos a comprar y a consumir las ofertas de temporada.

Yo creo que este tipo de personas provocan sociedades vacías y por ello predispuestas y destinadas al obscurantismo y a la esclavitud consentida, para felicidad y gloria de quienes los están utilizando para lograr los niveles de ventas esperados por los dueños del gran capital, a vista y paciencia de las autoridades ejecutiva, legislativa y educativa de los gobiernos nacionales a quienes también les convienen los ciudadanos ciegos e ignorantes (analfabetos funcionales), porque ellos son mayoría manipulable y dan los votos necesarios para mantenerse en el poder.

 Como sociedad, no podemos ir juntos a una forma de suicidio colectivo, es imperioso volver a colocar en los currículos de la educación formal las asignaturas de las humanidades, como la historia, las lenguas, la filosofía, la lógica, para dar síntomas de cordura individual y colectiva, caso contrario nos convertiremos en pueblos con ciudadanos a lo “Homero Simpson”, capaces de elegir y llevar al poder a personajes que garantizarán el retroceso de los procesos sociales y entrar en tiempos obscurantismo y violencia, producto de la estupidización sistemática y consciente de los pueblos, al servicio de los inescrupulosos  dueños del capital y por ende del poder.

 

Jorge Mora Varela