La ficción política ecuatoriana presenta:
EL ACUERDO IMPOSIBLE EN LOS PRECIOS DE LOS COMBUSTIBLES
En esta pulsada de la lucha imposible, por un lado, el presidente de los ecuatorianos Guillermo Lasso, quien en un alarde de autoridad asegura que “no eliminará el Decreto Ejecutivo sobre los ajustes graduales de los combustibles” y, por otro lado, La bancada legislativa de PACHAKUTIK quienes en un alarde de autoridad solicitan al gobierno que "de manera urgente solucione los problemas que provoca el incremento del precio de los combustibles”.
Me encantaría saber las motivaciones íntimas que tiene cada bando para mantenerse en su postura. Claro a la luz pública los dos declaran que “defienden los intereses de las clases más pobres y vulnerables del país”.
Para unos resulta intolerable que se sigan subsidiando a los más pudientes y para los otros es un deber “moral” atender a la población más pobre con los subsidios e insisten los dos en “focalizar” los precios y llamar a las fuerzas armadas para que impidan la fuga de los combustibles por las fronteras.
Señores esto es MISIÓN IMPOSIBLE, más de un siglo de fracasos demuestran que las cacareadas focalizaciones y el control de fronteras NO se pueden hacer, las intenciones políticas y las Fuerzas Armadas fracasaron de forma pública y notoria.
En este momento coyuntural, cuando los precios de la gasolina extra están a la par en Ecuador y Colombia, bien pueden abrir las fronteras colombo-ecuatorianas, quitar a todos los militares dejar a la población civil en libertad, NO pasaría nada, cada uno consumirá dónde quiera y no habría afectaciones financieras para nadie.
Claro el diferencial de precios con el Perú alentaría el contrabando para el vecino del sur, ahora si con la política de incremento sistemático de precios de los combustibles el precio de la gasolina extra en el Ecuador alcanzase al precio del Perú, los ecuatorianos nos lanzaríamos en manada a proveernos de la gasolina a Colombia.
Así ha sido y así será.
El gráfico de precios comparados de los combustibles, indica que los venezolanos regalan sus combustibles, para beneplácito de (colombianos, brasileros, guyaneses, venezolanos o caribeños), quienes aprovechan estas asimetrías de precios, en amplios y generosos beneficios económicos. Por otro lado, si los uruguayos abriesen sus fronteras, nadie osaría comprar ni un solo galón de sus gasolinas, por sus precios altos.
El Ecuador tiene un “cuco” que no se puede tocar, porque se caen los gobiernos, el “precio del gas de uso doméstico”.
Y así nos va, cerramos los ojos, nos hacemos los pendejos y vivimos con el cuento de los precios focalizados, los controles de las fronteras, de las políticas de precios con rostro humano, en fin “puro cuento”
Solo para pensar, los precios de los combustibles y su relación con el ingreso per cápita es aleccionadora señor Guillermo Lasso.
Cómo me gustaría que pudiésemos elevar nuestros ingresos y con estos podríamos poner seguro a nuestros bienes sobre todo a los combustibles.
Pero solo es un sueño desde la ficción política ecuatoriana.
Jorge Mora Varela