Mientras el ser humano llegaba a la luna, yo era un niño, testigo de este hecho maravilloso que abría mi mente y la llevaba hasta los confines del universo.
20 DE JULIO DE 1.969 Y LA CONQUISTA DE LA LUNA
La paradoja de este suceso que marcaba un hito para la humanidad y que generó un logro indescriptible para la “especie Humana”, fue el resultado de la estupidez del doja de este suceso que marcaba un hito para la humanidad y que generó un logro indescriptible para la “especie Humana”, fue el resultado de la estupidez del ser humano que persistía en la guerra, en el desarrollo de la tecnología al servicio de la competencia para imponerse como la fuerza hegemónica mundial, por la fuerza de los misiles y de las armas atómicas, que amenazaba con terminar con la vida en nuestro planeta.
Para los contendientes de la Guerra Fría, los Estados Unidos de Norteamérica (USA) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), no habían sido suficiente las dos guerras mundiales, los millones de muertos, los genocidios, las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki. Había que ganar todos los retos en los que se podía competir, para mostrar superioridad, a cualquier costo. Las olimpíadas y los boicots, la conquista de los polos del planeta, las montañas jamás vencidas, los ríos inexplorados, las selvas, la LUNA…
El carácter femenino de la LUNA
Son los ciclos de la luna, que se asemejan a los de las mujeres, lo que le ha dado desde el aparecimiento del ser humano, el carácter femenino y la fascinación del hombre por conquistarla.
Los ciclos lunares marcaron el nacimiento de los almanaques agrícolas, fundamentaron el calendario judío y su pascua; el islámico y el Ramadán; o el calendario chino, todos basados en los ciclos de la luna.